Algunos animales pueden ser muy amistosos y acogedores, llegando a tratarse con mucho “cariño”, incluso cuando ocupan lugares distintos y no son de la misma especie.

Esto es lo que ocurre en la granja de Adam y Emily Hopson, en Carolina del Norte, con sus vacas escocesas, muy características por su pelaje y a quienes cuidan con todo lo que necesitan.

Pero dentro de su ganado hay una vaca, cuyo nombre es James, becerro que fue rechazado por el resto de los de su especie. Por eso, fue criado desde pequeño por la pareja y junto a los perros que tienen.

James entra a la casa y juega tal como si fuera un perro, por eso se ha hecho muy popular e incluso tiene un sitio web para hacerle regalos y comprar mechandising con su imagen, consignó el sitio de noticias, AS.

La historia tuvo repercusión después de que los Hopson compartieran varias imágenes de ellos con el becerro, que tiene cerca de 40 mil seguidores en Instagram.

Estos casos de “adopción” entre especies suelen ser habituales, aunque generalmente ocurren cuando una hembra que ha perdido a sus crías “acoge” a un cachorro de otra especie, que suele tomar algunos de sus rasgos de conducta.

Sin embargo, esto no es siempre así, otras imágenes virales de supuesta amistad entre especies muestran todo lo contrario, ya que muchas veces el más fuerte no está jugando, sino que quiere devorar al otro animal.

La vaca Highlands o de Tierras Altas se caracteriza por su pelo largo, paras cortas y, principalmente, por su pelaje rojizo (también puede ser negro o café). Esta especie tiene un espeso flequillo, que cubre parcialmente sus ojos y largos poderosos cuernos.

A finales del Siglo XIX fueron llevadas a Norteamérica, pero también es posible encontrarla en Escandinavia o Alaska y, en menor medida, en Australia y Sudamérica.