Un curioso y bochornoso episodio vivió la tarde de este jueves un taxista luego que a bordo de su vehículo, junto a dos pasajeras, cayera a cemento fresco en Vicuña Mackenna.

Su nombre es Juan Francisco Osses (71) y lleva 53 años conduciendo taxis. “Llevaba dos mujeres adultas que iban de urgencia al Instituto Traumatológico que queda en San Martín”, dijo el hombre a LUN.

En el transcurso del recorrido, Osses relató que “casi al llegar a la Alameda, donde las pistas se dividen por un paradero del Transantiago, una camioneta grande se metió por la izquierda. Por no chocar, me metí a la otra pista y caí al cemento“.

En dicho sector, personal del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) se encuentra realizando trabajos de repavimentación de las pistas que rodean al paradero de buses.

En ese sentido, de las tres pistas de la derecha, sólo una se terminó este jueves, mientras que en las restantes aún se mantenía el cemento fresco.

Uno de los puntos que más le llama la atención al taxista es la falta de marcas que dividan las pistas. Una vez en el hormigón, sus intentos por liberar acelerando marcha atrás fueron inútiles.

Según lo registrado en un video, los obreros que realizaban trabajos a esa hora se percataron de lo ocurrido e inmediatamente asistieron al hombre y las pasajeras a bordo de la máquina, quienes en ningún momento salieron del auto.

En primera instancia las personas cavaron con herramientas para luego liberar parte del chasis. Posterior a eso intentaron levantar el auto.

Con la ayuda de una cuerda y tras dos fallidos intentos, los hombres lograron sacar la máquina del hormigón fresco.

“Salió harta gente a ayudarme, pero me hicieron tira el auto, el parachoques delantero y la parte trasera por la fuerza que hicieron para levantarlo. Además, el cemento quedó en las ruedas, en el tren delantero se metió el motor”, aseguró Osses al medio.

Además, agregó que “el auto salió andando e igual fui a dejar a las señoras que no podía dejarlas ahí. Luego llevé el auto a una bencinera para que me lo lavaran e intentaran sacar el cemento. Ahora lo voy a llevar al seguro para ver qué puedo hacer”.

Por su parte, un vendedor de frutas que se encontraba en el lugar de los hechos se refirió a lo asustado que estaba el taxista. Incluso se habría olvidado llevarse el parachoques con la patente. “Se notaba que estaba avergonzado, la gente le gritaba cosas y lo grababan”, dijo al medio.

El Serviu indicó que la zona de trabajo se encuentra “debidamente señalizada”, pero aclararon que el sector donde ocurrió la caída no tenía delimitación con el objetivo de facilitar el acceso a los trabajadores y máquinas pesadas.