En medio de las polémicas e investigaciones en torno a las denuncias contra el obispo de Osorno, Juan Barros Madrid, el acusado de encubrir delitos de abusos por parte de Fernando Karadima, ofició la misa correspondiente al Domingo de Ramos.

En la instancia recordó el propósito de la semana santa y cómo seguir con actitud de perseverancia en la fe, una vez terminado el periodo de recogimiento.

Aguardado al final del oficio religioso, Barros evitó profundizar en respuestas sobre su situación por la investigación solicitada por el papa Francisco, a través del arzobispo de Malta Charles Scicluna, planteando que este es un tiempo de acercarse más.

Respecto a la abundancia de asistentes, no tuvo mayor reflexión, indicando solamente que “siempre es bueno ir a la iglesia y acercase a Dios”.

La tranquilidad de la misa por inicio de actividades de semana santa, contrastó con oficios religiosos donde los laicos de Osorno se han protestado pidiendo la renuncia del obispo Juan Barros, más ahora que el Vaticano tuvo un enviado especial a Chile tras el paso del romano pontífice, para reunir aquellos antecedentes que sustentan las acusaciones en su contra.