Un informe realizado por Fiscalía durante 2017, y a cargo de la Corte Suprema, reveló los oscuros detalles de las condiciones en las cuales miles de reos viven en 53 cárceles del país, donde destacan las largas horas de encierro, pocas comidas, malas condiciones de higiene, entre muchos otros.

Cerca de 15 horas son las que alcanzan a pasar algunos prisioneros en sus piezas, en establecimientos que en el 40% de los casos superan su capacidad máxima de personas.

Lo anterior resulta en pésimas condiciones de higiene y un hacinamiento que obliga muchas veces a los reos a pasar más tiempo en sus celdas que al aire libre; incentivados también por la posibilidad de ser atacados en los patios, lo cual puede pasar frecuentemente.

En ese sentido, el presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes de Chile, Joe González, confirmó que muchos tienen la preferencia de mantenerse encerrados por distintas razones.

Por si fuera poco, muchos de los establecimientos no cuentan con un servicio higiénico efectivo, y la última comida del día que reciben los reclusos es a las 16:00 horas, para luego desayunar a las 8:00 aproximadamente.

Respecto de esta situación, el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, llamó a discutir el tema entre todos los poderes del Estado y las instituciones a cargo.

Pero hay más problemas: el escaso suministro de agua potable, en complejos penitenciarios de Valparaíso o Arica, complica las condiciones de bienestar de estas personas.

En tanto, sólo 2 de las 52 cárceles tienen agua caliente, exceptuado a Punta Peuco y Cochrane. Los penitenciarios femeninos, de ellos 3 tienen agua caliente parcialmente disponible; sobre todo en sectores de maternidad.

A nivel de Derechos Humanos, el ministro de la Corte Suprema, Arturo Prado, dijo que no se están cumpliendo los estándares internacionales que protegen los derechos de aquellos que son más vulnerables.

Finalmente, aseguró que bajo estas condiciones, las cárceles no lograrán reinsertar socialmente a los reclusos; uno de los objetivos principales para quienes que cumplen penas de corto a mediano plazo.