Una de las situaciones más incómodas que puede vivir una persona es perder orina de manera involuntaria. Esta condición, se presenta como deseos repentinos e incontrolables de ir al baño, por toser mucho o por reírse de buena gana.

Aunque los afectados suelen ser mujeres que consultan después de mucho tiempo debido al pudor que les genera, existen tratamientos efectivos que pueden mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.

Por ello, el ginecólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Jorge Sandoval, se refiere a los tipos de incontinencia urinaria que existen y cuáles son las opciones para enfrentarla.

La incontinencia urinaria se conoce como la pérdida del control de la vejiga y suele aparecer en mujeres sobre los 45 años, debido a que la menopausia produce una baja de hormonas que hace perder tonicidad en los tejidos. También en mujeres que sufren de obesidad o que hayan tenido partos naturales múltiples.

Sandoval comenta que quienes se ven afectadas muchas veces tardan en consultar. “Por pudor se demoran en visitar un médico, y sólo lo hacen cuando ya es muy molesto. Antes, adoptan medidas preventivas como beber menos agua o utilizar toallas higiénicas para que absorba la orina”.

Si bien es una molestia que no necesariamente genera consecuencias graves, sí puede provocar infecciones urinarias.

“Cuando las mujeres dejan de tomar líquido, tienen orinas más concentradas y eso aumenta el riesgo de sufrir esta patología, las cual puede ser un agravante o secundaria a la incontinencia”, concluye el especialista.

Dos tipos: urgencia y esfuerzo

La incontinencia de urgencia existe cuando el paciente tiene deseos de ir al baño, pero no alcanza a llegar. “Son vejigas que no son capaces de llenarse de orina, se comienzan a dilatar y de inmediato vienen las ganas de evacuar” explica el médico.

La segunda es la incontinencia de esfuerzo, en la cual la paciente puede aguantar la orina, pero si ríe o tose, se orina.
“Estos casos están asociados a embarazos o partos difíciles de niños muy grandes, que terminan dañando el piso pélvico de la madre”, afirma el Sandoval.

Tratamiento

Según el especialista, en la mayoría de las ocasiones, las mujeres presentan ambas condiciones, pero el tratamiento es diferente para cada una. En el caso de las urgencias “se puede manejar con fármacos, cambios en la dieta y ejercicios que se aprenden con la ayuda de kinesiólogos, en los cuales se re educa a la vejiga para que se pueda aguantar la orina”, dice el ginecólogo.

Por otro lado, para muchas mujeres que sufren de incontinencia de esfuerzo se recomienda una cirugía que eleve y de apoyo al cuello de la vejiga. “Es un procedimiento ambulatorio muy efectivo, que tiene un corto periodo de recuperación”, añade el especialista.