Brasil podría tener una “reacción fuerte” si Chile le cierra completamente el mercado a sus carnes, afirmó este lunes el ministro brasileño de Agricultura, Blairo Maggi, que dijo contar con “la autorización” del presidente Michel Temer para tomar medidas.

Maggi dijo que entendería que Chile cerrara las importaciones de los 21 frigoríficos sospechosos de haber vendido productos averiados, pero advirtió que no se quedará de brazos cruzados si el bloqueo es total. “Si tuviera que tener una reacción más fuerte con Chile, la tendré sin duda alguna”, declaró ante la prensa en Brasilia.

“También somos grandes importadores de productos chilenos, como peces, frutas, manzanas, y hay productores brasileños que viven reclamando que deberíamos crear barreras” contra eso, dijo el ministro.

“Si tuviera que tener una reacción más fuerte para proteger al mercado brasileño, lo haré con total tranquilidad”, prosiguió.

“Ya le pregunté al presidente Temer si contaba con su autorización, con su consentimiento para ser un poco más duro en ese tema, y me dijo que sí”, reveló.

“El comercio es así. No hay buenitos en el comercio. A veces hay que hacerlo a codazos”, comentó Maggi, un poderoso productor de soja y exgobernador del estado de Mato Grosso (centro oeste), de 60 años.

Chile, que anunció este lunes el cierre de su mercado a las carnes brasileñas, hasta disponer de más informaciones sobre el alcance del escándalo que golpeó al primer exportador mundial de carne vacuna y aviar, es el sexto comprador de carne bovina brasileña. En 2016, sus importaciones de ese producto totalizaron 296 millones de dólares, según datos del Ministerio brasileño de industria y Comercio exterior (MDIC).

El comercio bilateral chileno-brasileño se elevó el año pasado a 6.960 millones de dólares, con un saldo favorable a Brasil de casi 1.200 millones, de acuerdo con el MDIC.

Las repercusiones del caso de las carnes averiadas también llevaron a China a suspender la entrada de carnes brasileñas y a la Unión Europea (UE) a imponer restricciones.