Producción y vinculación con el territorio son los conceptos que se desarrollan en el ciclo de CasaPoli Coliumo,Territorio compartido, ciclo de residencias para artistas visuales e investigadores”, donde duplas entre artistas e investigadores científicos convergen hasta el 30 de octubre entrelazando paisaje, comunidad y arte.

En Territorio Compartido, cinco artistas de todas las latitudes de Chile trabajarán hasta octubre en un cruce interdisciplinar que comprende producción de arte, investigación, acciones con la comunidad, intervención y registro del paisaje. A su vez, también habrán conversatorios abiertos con académicos de la Universidad de Concepción.

CasaPoli Residencias es un proyecto que surge en 2005 con el deseo de crear un espacio de conexión entre la región y los circuitos artísticos nacionales e internacionales. Lo anterior llevó a que los artistas Rosmarie Prim y Eduardo Meissner, junto a los arquitectos Sofía von Ellrichshausen y Mauricio Pezo, planificaran y construyeran en la Península de Coliumo de Tomé a Casapoli.

El proyecto “Territorio compartido, ciclo de residencias para artistas visuales e investigadores” es dirigido por los artistas visuales Óscar Concha y Leslie Fernández, y cuenta con financiamiento de los Fondos de Cultura Regional 2016. La ideas es vincular producción y territorio en torno a un espacio arquitectónico idóneo para el nexo entre arte, comunidad y paisaje.

Las duplas

Este ciclo de residencias de arte reúne a cinco duplas entre artistas visuales e investigadores, con el fin de realizar un cruce interdisciplinario, el cual no necesariamente tiene como resultado el objeto de una obra.

A comienzos de septiembre comenzó su proceso de residencia el artista visual chileno radicado en España Francisco Navarrete Sitja, quien junto al oceanógrafo Osvaldo Ulloa (Concepción) se reunieron en un estudio que vincula tanto la biología como la práctica artística en tensión con el paisaje.

En paralelo, está la dupla conformada por el artista visual lotino Eduardo Cruces junto al geólogo Andrés Tassara. Cruces ha desarrollado un trabajo marcado por la experimentación con el grabado, entrelazando las problemáticas territoriales como el devenir minero de Lota (ciudad de origen) y la nostalgia contingente que se plasma a través del carbón, el grabado y el frotagge en tensión constante entre el objeto/gráfico y la acción de arte. A su vez, el geólogo Andrés Tassara realiza un trabajo exploratorio-territorial donde la geografía y la comunidad en conjunto con el soporte del arte tienen un punto en común.

Desde fines de septiembre se reunirán en CasaPoli la dupla conformada por el artista visual Gonzalo Cueto (Temuco) y el biólogo marino Álvaro Espinoza.  Aquí Cueto utiliza el video como lenguaje de reflexión en contextos de investigación visual territorial. A su vez, el investigador y científico Álvaro Espinoza (Concepción) presenta al territorio de Coliumo como eje de resultados tangibles que aportan a la visibilización de problemáticas relacionadas a los recursos naturales y la producción.

En octubre comenzará el proceso de residencia del artista visual Alejandro Quiroga (Santiago) junto al historiador del arte y académico de la UdeC Javier Ramírez. Quiroga entrelaza distintos lenguajes del arte (entre ellos video, instalación, fotografía y performance), siempre en torno a la reflexión e investigación de campo de Ramírez, quien aportará tanto en contenidos como en la relación de creación, producción y territorio en un contexto contemporáneo.

Para finalizar, se reunirán dos destacadas docentes de la Universidad de Concepción: la artista visual Natascha de Cortillas y la antropóloga Noelia Carrasco, quienes aunarán fuerzas en torno a la producción de arte en un estrecho diálogo con problemáticas cotidianas que deambulan entre la reflexión corpórea, las temáticas de género y la relación cuerpo-territorio.

El proyecto, que busca una vinculación entre arte y comunidad, contempla talleres para alumnos en la Escuela Vegas de Coliumo una vez terminadas las residencias. Daniel Cartes, profesor de Arte de Tomé, a su vez desarrollará una actividad académica en donde vinculará el arte y las ciencias a partir de las residencias compartidas.

Además, una terminado el proceso, se editará una publicación con la compilación de textos, los registros fotográficos y las actividades del ciclo.