Faltan sólo algunos días para que comience diciembre. Y pese a que es motivo de alegría para miles de personas que esperan con ansias las vacaciones, existe un grupo al que no le agrada esta fecha. Fin de año también puede convertirse en sinónimo de preocupación y desánimo para aquellos jóvenes que están a punto de reprobar un ramo en la universidad o centro de formación técnica.

Los motivos son diversos a veces por falta de estudio y carrete, otras por el desconocimiento sobre técnicas de estudio efectivas que permiten desarrollar un buen desempeño académico.

BioBioChile conversó con la coordinadora del Centro de Apoyo al Desempeño Académico (CADA) de la Universidad del Desarrollo, Camila Bolado, y la psicóloga infanto-juvenil del Servicio de Psicología Integral de la misma casa de estudios, Alejandra Alarcón, quienes entregaron consejos de preparación de exámenes a todos aquellos estudiantes que se jugarán la vida en la evaluación final de la asignatura que peligran.

¿Con cuánto tiempo de anticipación debo estudiar?

Un examen debe prepararse con mínimo dos semanas de anticipación, explicó la coordinadora del CADA. Sin embargo, siempre tendrán una ventaja las personas que asistieron a clases durante todo el año y asimilaron los contenidos, paulatinamente.

¿Cuántas horas al día deben dedicarse a la preparación del examen?

Las profesionales coincidieron en que lo ideal es que el estudiante aproveche el día, ya que el cuerpo está más descansado y capacitado para comprender nueva información. La jornada no puede extenderse más allá de 8 horas. El alumno debe estudiar durante lapsus de 45 minutos, y luego tomar un descanso que no pase los 15 minutos.

En este break es recomendable que realice actividades como conversar con algún amigo o familiar y tome aire fresco para despejarse, pero por ningún motivo encender el televisor o el computador. Lo anterior, porque las luces emitidas por estos aparatos no permiten descansar la vista y es probable que la persona termine sentado frente a la pantalla más tiempo del recomendado, perdiendo así el hilo conductor de la lectura, enfatizó Bolado.

¿Cómo puedo superar los problemas de concentración?

Alarcón recomienda elegir un lugar donde se eviten las distracciones, además de mentalizarse previamente sobre la actividad que se llevará a cabo por varias horas. También ayuda si se sistematizan los contenidos y se varían los temas mientras se estudia.

¿Es conveniente plantearse metas antes de empezar?

La respuesta es sí. La especialista del Servicio de Psicología Integral precisó que es positivo que el alumno defina metas y objetivos a corto y largo plazo. Así privilegiará estudiar los temas más importantes, a los que les dedicará tiempo. Además, recomienda organizar previamente el tiempo que le dedicará a cada temática.

Una vez considerados estos aspectos la persona está lista para comenzar su jornada de estudio. Ambas profesionales distinguieron las etapas de este proceso

1. Fase de pre Lectura: Consiste en una lectura rápida para poder tener una idea inicial de lo que se va a estudiar, explicó Alarcón.

2. Fase de lectura comprensiva o analítica: Bolado sostuvo que el objetivo de esta etapa es recordar materias que se asimilaron hace semanas o meses. Aquí es importante subrayar los contenidos esenciales de los secundarios, para así posteriormente elaborar un resumen. En este sentido, la coordinadora del CADA enfatizó que no se trata de marcar con un destacador la totalidad del texto, lo que es una práctica habitual de los alumnos que no distinguen entre el contexto o ideas introductorias de lo fundamental.

Para ello, recomienda distinguir los colores para identificar las distintas categorías. Por ejemplo, subrayar con amarillo las ideas centrales y luego con azul el nombre de los autores, etc. También propone escribir anotaciones al margen de los párrafos que sinteticen los conceptos más importantes, y luego traspasar esta información a un diagrama o mapa conceptual.

Ivan Prole | sxc.hu

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3. Fase de Poslectura: Aquí se realizan diagramas, mapas conceptuales, tablas o fichas de preguntas y respuestas que favorezcan el repaso, explicó Alarcón. Ésta se realiza dos días antes de la evaluación.

En este sentido, Bolado recomienda distinguir si el examen es oral o escrito.

- En caso de exámenes escritos: La profesional propone que los estudiantes “socialicen” la materia. Es decir, que formen grupos de estudios de no más de tres integrantes para conversar y formularse preguntas sobre lo aprendido en las fases anteriores.

Aquí también recomienda conseguirse exámenes aplicados en años anteriores y contestarlos en tiempo real (no sirve tomarse toda la tarde para contestar). Para luego intercambiarlos con los otros compañeros del grupo y así revisar las respuestas.

- En caso de exámenes orales: La coordinadora del CADA reconoce que uno de las razones por los que los alumnos fracasan en estas evaluaciones radica en que sólo estudiaron en silencio y no practicaron cómo contestar las preguntas en voz alta. Para ello, también es conveniente que la persona pida a un amigo o compañero que le ayude simular el día de la evaluación.

¡Tengo problemas para memorizar!

Alarcón reconoce que no es un proceso simple, ya que implica guardar información en la mente, para posteriormente realizar la evocación y reconocimiento de lo memorizado. Para esto se puede recurrir a distintas técnicas:

-La repetición de la información: A través de la lectura silenciosa o en voz alta.
- El uso de imágenes mentales: Implica realizar alguna analogía en relación a la que se quiere memorizar.
- El empleo de notas: A través de unas pocas líneas que permiten el acceso del resto de la información en memoria o a través de ejercicios mnemotécnicos.

Para la evocación de la información se puede por ejemplo contar a otra persona lo que se ha aprendido y esto permite fijar el conocimiento en la memoria. En cuanto al reconocimiento es necesario averiguar si la persona recuerda con mayor facilidad lo que oye o lo que ve. Así decidirá cuál es el método más efectivo para la persona.

¿Cuántas horas debo dormir en período de exámenes?

Bolado agrega que el sueño es imprescindible para llevar a cabo el proceso de memorización exitosamente. Dormir consolida los recuerdos, por lo que nunca es conveniente “pasar de largo”, ya que es probable que al otro día la persona no recuerde lo aprendido.

Respecto a las horas de sueño recomendadas, éstas varían de acuerdo a los hábitos de cada individuo. El promedio debe situarse entre las 5 y 6 horas de sueño ininterrumpidas. Si el alumno despierta cada 2 horas para repasar, el cerebro no codificará la información asimilada, ni logrará limpiar lo accesorio de lo fundamental.

¿Qué hay de la alimentación en época de exámenes?

Se debe evitar el exceso de comida chatarra, así como el consumo excesivo de bebidas energéticas o café. Al contrario de lo que se cree, sólo mantienen despierto, pero no permiten tener una mayor atención y/o concentración, explicó Alarcón.

Puedes encontrar una lista de alimentos que aumentan la concentración en este enlace.

¿Cómo relajarse antes de una evaluación?

La especialista reconoció que la ansiedad es normal antes de un examen, en especial si se trata de la instancia que le permitirá al alumno salvar el semestre. Para no desaprovechar todo lo aprendido en este largo proceso recomienda las siguientes técnicas.

-Visualizar el éxito ante el examen: Mentalizarse positivamente en relación al resultado esperado. Esto le ayuda a vivenciar de alguna forma la situación y prever ciertas dificultades en cuanto a los contenidos esperados, permitiendo reforzar aquellos en los cuales se sienta más débil.

-Técnicas de respiración: Aplicable antes o después del examen. Consiste en relajar los músculos de la cara, mandíbula e inspirar lentamente por la nariz contando hasta cinco, mantener la respiración por algunos segundos y luego expirar lentamente nuevamente contando hasta cinco.

Relajar la vista: Cerrar los ojos por unos segundos y luego focalizar la vista en punto distante para posteriormente volver a los apuntes o prueba.

-Terminar con la ansiedad después del examen: Para relajar la musculatura del cuerpo y oxigenarlo después de largo tiempo de estar sentado, es recomendable pararse, cerrar los ojos, respirar lentamente y estirar lo más que se pueda piernas y brazos. Con los brazos estirados tocar la punta de los pies y levantarlos lentamente. Realizar esto un par de veces mientras se respira lentamente por la nariz y se expira por la boca.