Los liberianos votarán el martes en unas elecciones esenciales para consolidar la paz, ocho años después del fin de la guerra, en la que los principales favoritos son la presidenta saliente, Ellen Johnson Sirleaf, premio Nobel de la paz 2011, y su rival Winston Tubman.

El envío de material electoral a los diferentes lugares de votación en todo el país, que se llevaba a cabo desde el 23 de septiembre, debía terminar el lunes en la noche, según la Comisión Electoral Nacional (NEC).

La policía liberiana y las fuerzas de la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (Minul, unos 8.000 hombres) se mostraban discretas en Monrovia, que parecía una ciudad muerta tras las últimas grandes manifestaciones del domingo, con miras a las elecciones presidenciales, legislativas y senatoriales.

La campaña de cuatro meses (del 5 de julio al 9 de octubre) fue globalmente pacífica, con excepción de algunos casos de violencia y de intimidación condenados por Ellen Sirleaf, quien en 2005 se convirtió en la primera mujer en ser presidenta en el continente africano, en busca de un nuevo mandato de seis años ante 15 adversarios.

Hasta la madrugada del lunes, decenas de miles de liberianos, esencialmente pro-Sirleaf y pro-Tubman, cantaron, bailaron y corearon consignas, sin provocar incidentes, bajo la mirada de centenares de policías antimotines y de la Minul, desplegados por temor a desórdenes.

Estas elecciones son presentadas como esenciales para consolidar la paz en Liberia, traumatizada por dos guerras civiles, de 1989 a 2003, que causaron 250.000 muertos y centenares de miles de heridos.

El Nobel de la paz atribuido el viernes a Ellen Johnson Sirleaf (conjuntamente con su compatriota la militante pacifista Leymah Gbowee y la periodista yemení Tawakkol Karman) causó controversia en Liberia, ya que sus opositores lo estiman injustificado, afirmando según ellos que no ha logrado reconciliar a los liberianos.

Además ese premio aparece como un apoyo mayor del comité Nobel a la presidenta saliente.

Ellen Johnson Sirleaf, que afirmó haber ignorado todo del calendario del comité Nobel, defendió su balance y explicó que aspiraba a un nuevo mandato para continuar la reconstrucción del país, que contó con el apoyo de los organismos de crédito internacionales.

“En seis años, no se puede reconstruir un país arrasado, donde las infraestructuras estaban destruidas, donde no había ley (…) hemos hecho muchos progresos”, dijo a la AFP el domingo al margen de un mítin.

“La vida ha cambiado para mucha gente, pero no para todo el mundo. Tenemos aun muchas cosas que realizar”, añadió.

Apreciada en el extranjero, Ellen Johnson Sirleaf no ha logrado, en Liberia, dejar atrás las críticas por el apoyo financiero que aportó a comienzos de los años 1990 al jefe de guerra Charles Taylor, quien se convirtió después en presidente (1997-2003) y a quien ella se opuso luego.

Otro gran favorito de la presidencial, Winston Tubman, de 70 años, en liza por el Congreso para el Cambio Democrático (CDC, oposición) reprocha en particular a la presidenta saliente el haber fracasado en lograr la reconciliación.