Mientras que algunos son pasivos-agresivos de vez en cuando para enfrentar ciertos problemas de la vida, algunos convierten esta conducta en una forma de vida.

Así lo afirma la psicoterapeuta, conferencista y autora de varios libros, Amy Morin, quien escribió una columna en el portal especializado Psychology Today, donde indica que las personas pasivo-agresivas a menudo no son detectadas en los trabajos y en los círculos sociales, al menos inicialmente, “ya que ocultan su hostilidad con una actitud agradable”.

Por lo mismo, indicó que hay nueve cosas que pueden identificar a una persona así….

1. Deliberadamente “olvidan” hacer las cosas

Morin explicó que las personas pasivo-agresivas prefieren ser vistas como “despistadas” más que desagradables.

“En lugar de negarse a trabajar en un proyecto, un compañero de trabajo pasivo-agresivo puede asegurar que se olvidó de la fecha de entrega. O bien, un amiga pasiva-agresiva puede decir que se olvidó de hacer la reserva para el restaurante del que habían estado hablando porque en realidad no quería ir”, comentó.

2. Decir “sí” cuando en realidad quieren decir “no”

“En un esfuerzo por parecerse a las personas agradables, las pasivo-agresivas rara vez dicen que no. Pueden ignorar una invitación por completo sólo para reclamar más tarde que nunca la recibieron”, dice la experta, asegurando que pueden mostrarse de acuerdo en salir con alguien en una conversación cara a cara, pese a que en realidad no quieren ir.

“Para escapar de sus obligaciones, pueden luego cancelar sus planes en el último minuto fingiendo una enfermedad o emergencia”, añade.

3. Se quejan de todo el mundo

“Son propensas a quejarse a todo el mundo excepto de la persona con la que están compartiendo sus quejas. Su enfoque indirecto causa dolor en las relaciones y no hacen nada para resolver los problemas”, explica.

4. Son ineficientes a propósito

“Las personas pasivo-agresivo son tercas. Cuando no quieren hacer algo, a menudo se vuelven tan ineficaces como sea posible para evitar hacer el trabajo. En lugar de decir: ‘Tengo problemas con este proyecto’, una persona pasivo-agresiva puede posponer las cosas a propósito con la esperanza de que alguien más se hará cargo”, comenta Morin.

5. Ocultan su resentimiento con una sonrisa

Amy afirma que las personas pasivo-agresivo no expresan su enojo o disgusto de una manera abierta. “Muchos de ellos guardan resentimiento y amargura por años, y la ocultan con una sonrisa falsa. No importa lo mucho que no estén de acuerdo con lo que dices, trabajan duro para parecer como si ellos te apoyaran plenamente”, añade la especialista.

6. Cobran venganza

“Bajo sus personajes aparentemente agradables, ocultan el deseo de castigar a los que les han hecho daño. Las personas pasivo-agresivas a menudo hacen todo lo posible para tomar represalias contra las personas que creen que se han aprovechado de ellos. Sus planes de venganza suelen ser indirectos, a través de un correo electrónico anónimo o propagando un desagradable rumor por la oficina”, afirmó.

7. Se convencen de que no tienen control sobre su vida

Morin dice que las personas pasivo-agresivas no creen tener control sobre los acontecimientos en sus vidas. “En lugar de tomar medidas para resolver los problemas, se convencen a sí mismos de que no sirve de nada intentar, porque no pueden hacer nada al respecto. Este enfoque pasivo innecesariamente los somete a más dificultades y, por desgracia, muchas de sus predicciones negativas se convierten en profecías autocumplidas”, explica.

8. Hacen todo lo posible para evitar la confrontación

“Incluso cuando se sienten profundamente ofendidos, las personas pasivo-agresivas evitan la confrontación directa. A veces, ofrecen comunicación incongruente, diciendo cosas como: ‘está bien, como sea’ o ‘Bueno, si no te importan mis sentimientos, entonces supongo que no tienes que hacerlo’. Ellos permiten que otros los tratan mal, y se niegan a admitir sus sentimientos cuando están heridos”, afirma Amy.

9. Manipulan a la gente

La psicoterapeuta señala que las personas pasivo-agresivas luchan para pedir lo que quieren, y recurren a tácticas de manipulación para satisfacer sus necesidades. En lugar de pedir ayuda para cargar una caja, pueden quejarse de que van a lastimar su espalda y cosas por el estilo. “No les importa que otros sientan lástima por ellos o tengan piedad de ellos, siempre y cuando consigan satisfacer sus necesidades”, indica.

¿Eres o conoces un pasivo agresivo?

La especialista dice que si eres propenso a adoptar un enfoque pasivo-agresivo en la vida, hay pasos que puede tomar para llegar a ser más asertivo.

“Cuando tus palabras están en línea con tus emociones y tu comportamiento, podrás disfrutar de una vida mucho más auténtica”, dice ella. Por otro lado, “permitir que las personas pasivo-agresivo eludan la responsabilidad o eviten la confrontación sólo refuerza su comportamiento”, asegura la experta.