Cuando te enfrentas a situaciones extremas, existen minutos e incluso segundos que pueden ser cruciales para salvar tu vida. Pero ¿qué ocurre si en alguna de ellas estás completamente solo? ¿Sabes cómo actuar en caso de emergencia?

Si vives o viajas solo, es posible que te hayas puesto en varios escenarios si es que ocurre alguna emergencia; por ejemplo qué hacer si te atoras con un trozo de carne. Probablemente te imagines desesperado tratando de pedir auxilio, pero podrías no alcanzar a ser escuchado.

La mayoría de las personas pierde de vista el hecho de que si no se sabe reaccionar adecuadamente frente a diversas situaciones, las consecuencias pueden ser irreparables, sobre todo cuando te encuentras solo. Con la familia podría ser distinto si es que recibes ayuda oportuna.

En conversación con BioBioChile, la médico gestor de calidad de HELP, Katherin Falck, entregó distintas recomendaciones para que las emergencias no te pillen desprevenido.

Atragantamiento

Suele ser una de las emergencias más frecuentes. El acelerado ritmo de vida que generalmente debemos llevar nos suele dejar poco tiempo para alimentarnos, lo que puede conllevar a que no mastiquemos lo suficiente nuestras comidas y en ocasiones esto puede resultar mortal.

Para Falck, el atragantamiento es la presencia de un cuerpo extraño en la vía aérea de nuestro organismo, el que impide el paso de aire normalmente, lo que llevará a una asfixia si es que no se resuelve de manera rápida. “Y la asfixia mantenida en el tiempo puede ser una condición mortal, es decir, significaría la muerte del paciente”, indica.

Si por no masticar bien se te obstruyó la vía aérea, y no puedes respirar ni hablar, busca una silla que tenga el respaldo elevado. Genera una presión en la boca del estómago contra el respaldo.

“Se colocan detrás de la silla de pie, y se afirman con el respaldo para que el borde superior del respaldo quede en la boca del estómago y genere presión. De esta manera es probable que se logre la liberación del cuerpo extraño”, señala la médico.

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Hipotermia

Es importante rescatar que para que el organismo humano llegue a presentar hipotermia, no es una condición fácil. Las condiciones ambientales deben ser extremas para que el cuerpo lo desarrolle.

Cuando el cuerpo pierde más calor del que puede generar enfrentado a temperaturas extremadamente frías y con fuertes vientos, el individuo pierde de a poco las habilidades para pensar y para hacer algún movimiento, experimenta somnolencia, debilidad, piel pálida y fría, confusión, temblor incontrolable, frecuencia cardíaca o respiratoria lentas, es posible que se esté ante un caso de hipotermia.

Si fuiste de paseo a la montaña, las condiciones comenzaron a empeorar, estás solo y lejos de algún refugio, debes procurar que la ropa en contacto con el cuerpo esté seca. Si algo está mojado es necesario sacárselo. Resulta fundamental además buscar un lugar seco y refugiado del viento.

Lo ideal sería que encontraras ramas para hacer una fogata y tener a la mano líquidos calientes. Asimismo puedes recurrir a la misma naturaleza y abrigarte con hojas grandes y secas.

Si el alimento que tienes es escaso, es importante racionalizar su consumo, procurando no ingerir grandes cantidades y evitando periodos extensos de ayunas. Por ejemplo si tienes una barrita de cereal; es preferible que la comas de a poco, un bocado pequeño cada tres o cuatro horas a que ingieras toda la barrita para después no tener qué comer.

Hemorragia

De acuerdo a la definición clínica de la Universidad Católica, la hemorragia es la salida de sangre del aparato circulatorio. “Generalmente es una extravasación, arterial o venosa; y la sangre puede quedar en los tejidos, acumularse en las cavidades naturales del cuerpo o puede perderse al exterior”.

Tiene diversos orígenes, pero en este caso hablaremos del caso de aquellas ocasionadas por algún corte, golpe o herida, pues es lo más común.

Si sufriste alguna herida, debes comprimir la zona donde hay sangrado. Si la persona es sana y no hay compromiso de arteriolas, la hemorragia puede parar en alrededor de 10 minutos, generalmente. “Ya no es necesario usar los famosos torniquetes”, asegura Falck.

Sin embargo, si la persona tiene algún trastorno de coagulación o sangramiento de origen arterial -es visible porque la sangre aparece de manera pulsátil- es fundamental pedir ayuda a la brevedad después de comprimir.

Fractura

Para Falck si hay ruptura de hueso en las extremidades inferiores, es imposible tratar de movilizarse por tus propios medios. Solo debes esperar ayuda especializada, ya que podría haber compromiso de vasos sanguíneos y nervios. Si intentas mover el hueso, te puedes pasar a llevar lo que inicialmente no estaba comprometido y los dañas por una mala manipulación de la fractura.

En el caso de sangramiento externo, lo puedes comprimir, y si te fracturaste una extremidad superior, intenta inmovilizarte el brazo con un cabestrillo.

En caso de ser necesario, inmovilice el hueso roto con un cabestrillo o tablilla. Entre los elementos posibles para entablillar se pueden considerar un periódico enrollado o tablillas de madera. Inmovilice el área tanto por encima como por debajo del hueso lesionado.

Aplique compresas de hielo para disminuir el dolor y la hinchazón.

“Es muy importante dar aviso cuando uno va a la montaña, que la gente sepa dónde fuimos, y a la hora que subimos, pues si a una hora prudente no tenemos noticias de la persona sabemos que debemos ir a buscarla porque puede haber tenido un accidente”.

Quemaduras

Antaño, si alguien sufría una quemadura con agua caliente y el líquido caía sobre la ropa, era usual que se le recomendaba al afectado sacarse la vestimenta y aplicar agua fría. En la actualidad las recomendaciones siguen esta tónica, aunque no sirve dejar la zona quemada bajo el agua fría solo por un minuto, sino que por lo menos se debe estar 20 minutos bajo el chorro, hasta que la persona deje de sentir dolor. Esto es necesario para bajar la temperatura de los tejidos y disminuir el daño en ese lugar por el calor. Luego, el afectado debe acudir al control médico.

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Para todas las quemaduras se debe colocar agua fría, excepto a quemaduras eléctricas y por frío. No hay que aplicar pomadas, ni aceites ni remedios caseros. Sólo agua helada y después asistir a un servicio de urgencia.

Independiente de lo que puedas llegar a hacer en tu casa que evite consecuencias graves para tu salud, la médico fue enfática en la asistencia a un centro médico en cualquiera de los casos para conocer el alcance del accidente por parte de un especialista.