Fernando Chomalí, administrador auxiliar de la diócesis de Osorno, se encuentra de visita en la ciudad. Durante la tarde de este lunes, se refirió a la situación de Juan Barros,.

Chomalí arribó durante la mañana, sosteniendo reuniones con el Consejo de Consultores del obispado local, además de otras audiencias en las oficinas de Avenida Mackenna.

Se trata de una visita clave para los fieles católicos de Osorno, al ser este sacerdote quien se reunió la pasada semana con el papa Francisco, por lo que causó expectación ante una respuesta respecto al futuro de Barros como obispo de la ciudad.

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Por otra parte y frente a este mismo tema, Juan Carlos Claret, vocero del Movimiento Ola de los laicos organizados, se encuentra en Santiago junto a otros integrantes, para intentar reunirse con las altas autoridades eclesiales sin resultado alguno, tanto con el cardenal Ezzati como con el Nuncio Apostólico, Ivo Scapolo.

El dirigente, anunció que las movilizaciones contra la nominación de Barros continuarán, de tal manera que las velatones y protestas en las afueras de la catedral San Mateo seguirán hasta el próximo viernes, pues aseguran que se está matando a la iglesia con este nombramiento.

Frente a esta situación, el arzobispo de Concepción entregó su parecer sobre la nominación de Barros, pidiendo a la comunidad de Osorno dar una oportunidad al sacerdote para que pueda ejercer sus funciones.

El hasta ahora administrador apostólico de la sede vacante de la diócesis de Osorno, señaló que el tiempo transcurrido desde la nominación de Juan Barros como nuevo obispo de la ciudad y la demora en la entrega de una declaración a la comunidad, es un tema que él deberá explicar.

Respeto al criticado “secretismo” por parte de Barros, el obispo de concepción dijo que una vez asuma podrá estar a disposición de todos, pero por ahora también hay que entender lo que ocurre en su fuero interno con una nominación criticada y ante una comunidad opinante.

En cuanto a la reunión con el papa, Chomalí aseguró que la máxima autoridad de la iglesia Católica está en conocimiento del revuelo causado, pero que el ex obispo castrense asumirá su responsabilidad el 21 de marzo.

Además dijo que es preciso entender lo difícil que es para el nuevo obispo de Osorno, llegar a una ciudad donde se le vincula a un caso que ha hecho mucho daño.

Durante los últimos días han transcendido informaciones que hablan de las reales razones que habrían generado la llegada Barros a la ciudad, las que tendrían que ver con la incomodidad que generaba en los altos mandos de las Fuerzas Armadas su continuidad como obispo Castrense.

Tal habría sido la presión que hasta el ministro de Defensa, Jorge Burgos, habría solicitado la salida de Barros, cuestión que de confirmarse, según adelantó Claret, podría motivar pedir explicaciones al Estado.