Las fuerzas kurdas defendían “ferozmente” este miércoles, con apoyo aéreo de la coalición, la estratégica ciudad siria de Ain al Arab frente a los combatientes del grupo Estado Islámico, cuya eliminación no será “ni fácil ni rápida”, advirtió Estados Unidos.

“Aunque inferiores en número y armas, los combatientes kurdos rehúsan batirse en retirada (de Ain Al Arab) y defienden ferozmente la localidad ante los yihadistas del EI”, en el norte del país, dijo el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

Más al sur, 39 personas, entre ellas 30 niños, murieron en un doble atentado en la ciudad de Homs, en el centro de Siria.

Al menos 18 personas –nueve kurdos y nueve yihadistas– murieron en los intensos combates de Ain al Arab, situada cerca de la frontera turca, según el OSDH.

Los yihadistas se hallan a dos o tres kilómetros de esta ciudad –Kobane en kurdo– indica el OSDH, que dispone de una red de fuentes en el interior de Siria.

Las ambulancias transportaron a combatientes heridos a Turquía en medio de un intenso fuego de mortero, informó un corresponsal de la AFP en la parte turca.

Ankara reforzó el lunes su dispositivo militar alrededor del puesto fronterizo de Mursitpinar, tras la caída de tres obuses provenientes de la zona de los combates.

Los defensores kurdos de Ain al Arab recibieron el apoyo de aviones de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.

“La coalición árabo-estadounidense efectuó al menos cinco ataques aéreos contra las posiciones yihadistas en la línea del frente” donde luchan contra los kurdos, al este y al sudeste de Kobane, según el director del OSDH.

El objetivo es impedir la toma de Ain al Arab, que permitiría al grupo EI controlar una larga franja continua a lo largo de la frontera siro-turca.

Los bombardeos impactaron en el sur de la ciudad y al menos 8 yihadistas murieron al explotar su tanque.

Por otro lado, el doble atentado de Homs, tercera ciudad de Siria, se produjo en un barrio en el que predominan los alauitas, la minoría a la que pertenece el presidente sirio Bashar al Asad.

Turquía dispuesta a luchar

Turquía se mostraba hasta ahora reticente a participar en una intervención militar contra los yihadistas, pero el gobierno islamo-conservador presentó un proyecto de mandato que autoriza la intervención de su ejército en Irak y Siria junto con la coalición.

Si el Parlamento –que debatirá a partir del jueves el asunto– lo autoriza, Turquía se sumará a la coalición liderada por Estados Unidos, y en la que participan, con diversos grados de implicación, medio centenar de países.

No obstante, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió a la coalición que haga algo más que largar “toneladas de bombas” contra los yihadistas y piense sobre todo en una solucion “duradera”.

“Nadie ha dicho que será fácil o rápido, y nadie debería hacerse falsas ilusiones de seguridad aportadas por estos bombardeos aéreos”, advirtió un portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby.

Pese a todo, los combatientes del EI ya no se desplazan más en amplios grupos a cielo abierto, sino que se “dispersan” para evitar ser bombardeados desde el aire, explicó el portavoz del Pentágono.

En Irak, los peshmergas kurdos atacaban en tres frentes simultáneos, en la ciudad de Rabia, cerca de la frontera con Siria, al norte de Mosul, controlada por los yihadistas, y al sur del centro petrolero de Kirkuk, informaron comandantes.

Más al sur, tribus sunitas repelieron una nueva ofensiva yihadista contra Duluiya, con un resultado de 14 muertos, informaron la policía y los servicios médicos.

Un cazabombardero de la coalición mató a nueve militantes en una base del EI cerca de la ciudad de Hawijah, informó una alta fuente de inteligencia iraquí.

Al menos 1.119 iraquíes murieron de forma violenta en todo el país en septiembre, según un balance no exhaustivo publicado este miércoles por la ONU.