El suicidio de una joven durante el rodaje en Corea del Sur de un popular programa, acusado de poner a prueba la dignidad de los concursantes para subir la audiencia, puso sobre la mesa los excesos en los programas de telerrealidad.

El cuerpo de Chun (29), fue descubierto el miércoles en el hotel donde se rueda el programa ‘Jjak’ (La pareja) producido por SBS, una de las tres principales cadenas de televisión del país.

La policía indicó que la joven se habría ahorcado con el cable de un secador de pelo. “No paro de llorar. He sido tan desgraciada en la vida, que quiero ponerle fin”, dijo la joven en una carta de suicidio.

En el programa, 10 hombres y 10 mujeres permanecen durante una semana en un hotel, bautizado la “Ciudad del Amor”, donde deben pasar varias pruebas para encontrar a su pareja ideal.

Los tres candidatos de Chun decidieron finalmente tratar de conquistar el corazón de otra candidata.

Los concursantes de este programa, en antena desde 2011, se sumergen en estados de emoción extremos, al ser grabados comiendo solos si son rechazados por sus potenciales parejas.

La madre de la joven indicó al diario JoongAng Ilbo que Chun le dijo que no podría vivir en Corea del Sur, si el programa se emitía.

SBS anuló la difusión del programa previsto el miércoles y pidió disculpas públicas, pero no admitió ninguna responsabilidad en la tragedia.

La policía abrió una investigación sobre eventuales responsabilidades de la cadena en el suicidio.

Los programas de telerrealidad están en tela de juicio por su carácter intrusivo y por mostrar la cara más oscura de los actores.

La muerte de otro concursante de un programa de telerrealidad sacudió Francia el año pasado.