Como una causa emblemática fue calificada la presentación de un recurso de protección contra el comisario regional y el subprefecto de la Policía de Investigaciones de San Antonio en defensa del diácono adventista, Eduardo Silva, quien fue relegado por 48 horas en un cuartel policial en la comuna, donde se desempeña de asistente administrativo. Esto por no asistir a su lugar de trabajo un día sábado, el cual es considerado como sagrado por su religión.

El abogado Rafael Cueto, en compañía del diputado Rodrigo González, presentaron este recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Valparaíso por violación a la garantía constitucional de libertad religiosa y orden ilegal de detención.

El diputado hizo un llamado al subprefecto de la Policía de Investigaciones de San Antonio a reconsiderar la medida aplicada a Silva, quien se ampara por derechos constitucionales para justificar su inasistencia al acuartelamiento ejercido el 25 de enero.

González agregó que al defender este derecho, esta causa se debe considerar como emblemática.

Eduardo Silva señaló que la Prefectura Provincial de San Antonio, tres días previos al cumplimiento de 44 horas semanales en las cuales se incluía el sábado, envió un comunicado informativo sobre la solicitud de la presencia de todos los funcionarios.

Debido a esto, Silva se habría comunicado con su jefe directo, quien entendió su posición y accedió a la solicitud de inasistencia de Silva. Sin embargo, luego se retractó sin aparente motivo.

Sobre las sanciones aplicadas a Eduardo Silva, se puntualizó que por reglamento interno de la institución, no podría ejercer cargos públicos en 2 años, lo cual el involucrado considera como un descriterio tras haberse desempeñado 12 años en la Policía de Investigaciones de San Antonio.

Es por esto que Rafael Cueto, abogado de Silva, sostuvo que además de transgredir un derecho constitucional, como lo es la libertad de culto y de creencia, transgrede el artículo 4º de la Orden General de la Policía de Investigaciones de Chile, el cual reafirma la libertad de culto dentro de la institución.

Asimismo, Silva destacó que pese a que él ingresara a la iglesia adventista hace dos años, cuando llevaba 10 años trabajando para la PDI, no se puede considerar este hecho como normal al transgredir sus derechos constitucionales, por haberlo sancionado por su religión y al haber permanecido más de 24 horas en el cuartel.