El régimen sirio, inmerso en una guerra con la rebelión que busca su caída, aseguró el lunes que elegirá el momento para responder a los ataques israelíes contra su territorio, que causaron 42 muertos, haciendo temer un conflicto regional.

La ONU y Rusia, uno de los escasos aliados de Bashar al Asad, han advertido del peligro de una escalada regional tras los ataques aéreos israelíes contra posiciones militares sirias el viernes y el domingo cerca de Damasco, y las amenazas de Irán y el Hezbolá libanés, otros apoyos del régimen sirio.

En un primer balance del ataque del domingo, una ONG informó de al menos 42 soldados sirios muertos y un centenar de desaparacidos.

“Siria responderá a la agresión israelí pero elegirá el momento de hacerlo. Esto quizá no ocurra inmediatamente ya que Israel está en estado de alerta”, dijo a la AFP este lunes un responsable político sirio cercano al poder, contactado por teléfono en Damasco desde Beirut, quien precisó que “vamos a esperar pero responderemos”.

Para Damasco, estas “agresiones” abren la puerta a todas las opciones y hacen que la situación en la región sea más “peligrosa”. La televisión siria advirtió que “los misiles (sirios) están preparados para atacar objetivos precisos en caso de violación”.

Ante el temor de eventuales represalias, Israel anunció el despliegue de dos baterías antimisiles en el norte del país, ordenó el cierre del espacio aéreo en esta zona hasta el lunes por la noche y reforzó las medidas de seguridad en sus embajadas en todo el mundo.

Un responsable israelí afirmó que los ataques estuvieron dirigidos contra un depósito de municiones iraníes destinadas al Hezbolá, el poderoso movimiento chiita libanés, protegido de Irán y aliado del régimen de Bashar al Asad.

Sin embargo, Teherán desmintió que hubiera armas iraníes en los objetivos bombardeados por Israel, y amenazó a Israel con “acontecimientos graves en la región de los ni Estados Unidos ni Israel saldrán ganadores”.

El 30 de abril pasado, el jefe jefe del Hezbolá, Hasan Nasrala, cuyos hombres combaten del lado del ejército del régimen sirio, afirmó que su movimiento e Irán no permitirán la caída de de al Asad.

Ataques, amenazas y eventuales represalias pueden dar un giro al conflicto sirio que que ha expulsado a decenas de miles de sirios hacia los países vecinos.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “muy preocupado”, pidió “a todas las partes a hacer gala de un máximo de calma y contención, así como a actuar de manera responsable para evitar una escalada de lo que ya es un conflicto devastador y muy peligroso”.

Asimismo, Rusia considera que los ataques israelíes pueden provocar una escalada, con el riesgo de que surjan “focos de tensión en los países vecinos”, en particular en Líbano.

En China, aliado del régimen de Damasco, se sumó a las críticas.

La portavoz de la cancillería, Hua Chunying, aseguró que su gobierno no sólo se opone al recurso a la fuerza sino que “estima que hay que respetar la soberanía de todos los países” con motivo de la visita del presidente palestino, Mahmud Abas, y del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La Unión Europea, ante el temor de que se propague el conflicto, exhortó a que “no se ponga en peligro la estabilidad ya de por sí precaria” de la región.

Desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 con la represión del régimen de la revuelta pacífica de la rebelión, Israel ha llevado a cabo tres ataques contra objetivos cerca de Damasco, el 30 de enero y los días 3 y 5 de mayo.

Más de 70.000 personas han muerto en Siria desde el inicio de la revuelta en marzo de 2011 que ha ido degenerando en guerra civil por la brutal represión del régimen de Asad.

El objetivo del ataque del 5 de mayo era un centro de investigaciones científicas en Jamraya (afueras de Damasco), que ya fue atacado en enero por Israel, y un depósito de municiones y una unidad de defensa antiaérea–, según una fuente diplomática en Beirut.

Tras estos ataques, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presidió una reunión de emergencia con su gabinete de seguridad sobre el tema sirio, antes de viajar a China.

El sábado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró que se “justifica” que Israel trate de protegerse de la “transferencia de armas sofisticadas a organizaciones terroristas como el Hezbolá”.