Muchos ven la economía circular como un concepto para empresas, pero en casa también podemos ayudar a salvar el planeta.

La destrucción de ecosistemas, la crisis económica-social y los efectos del cambio climático, han dado un impulso nunca antes visto a la economía circular.

Este concepto, aún alejado de muchos, se aplica a un modelo de producción y consumo que busca compartir, arrendar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes, las veces que sea posible.

En otras palabras, busca dar una segunda vida a las cosas, ayudando a disminuir la contaminación y desechos y aportando a la regeneración de los sistemas naturales desde las empresas, el Estado, la sociedad y las academias.

Muchos aún ven a la economía circular como un concepto enfocado a las empresas o que requiere de una gran inversión, no obstante, hay muchas alternativas para sumarlo a la vida diaria, sin necesidad de pagar por panales solares o practicas así.

A continuación te contamos algunos consejos para partir:

Ojo con los desperdicios:

Lo que para alguien es basura, para otros puede ser un tesoro. La primera recomendación de los expertos es aprender a clasificar los residuos y separarlos.

Por ejemplo, los desechos orgánicos, pueden convertirse en abono para los jardines o plantas. Sólo basta con aprender a hacerlo y en redes sociales los tutoriales no faltan.

¿Muebles de segunda mano? Manos a la obra

En los últimos años, comenzó a surgir una tendencia de muebles a bajo costo y poca durabilidad, lo que implica que al poco tiempo es necesario reemplazarlo.

Es aquí donde los expertos en economía circular, recomiendan visitar lugares de muebles de segunda mano o ferias, y darle nueva vida a alguno de estos, que usualmente están fabricados con materiales de mejor calidad. En algunos casos basta con aplicar un poco de pintura y restaurarlo.

Reduce el plástico

A veces, invertir en un producto que pueda tener una vida más extensa, a la larga, no solo permitirá ahorrar, sino que también ayudar al medioambiente.

Reducir la cantidad de plástico de un solo uso que se produce, usa y desecha es una alternativa simple. Por ejemplo, usar bombillas de metal y preocuparse de llevarla siempre en la cartera, es una excelente alternativa.

Otra opción es dejar las esponjas amarillas para lavar la loza y optar por otras alternativas como cepillos.

Adiós a los empaques de plástico

Además de preferir comprar productos naturales en la vega o negocios de ese estilo, la invitación es evitar los productos que vengan preenvasados en plásticos, como lechugas o pan de molde.

Hoy en día, también puedes optar por comprar productos a granel, desde legumbres a detergente. Sólo basta con llevar tu envase y comprar lo que necesites.

Economía circular en América Latina

Un estudio realizado por CircularTec, junto con el Programa de Cambio Climático y Seguridad Energética de la Fundación Konrand Adenauer, descubrió que uno de los mayores riesgos para avanzar en la economía circular en la región es la corrupción.

“Habitualmente hemos puesto más acento a los temas ligados a las decisiones de incentivos legales, económicos y tecnológicos, entre otros, pero no podemos olvidar que la economía circular es también parte del contexto socio-político de los países”, explicó Andree Henriquez, Director Ejecutivo de CircularTec.

“No podemos olvidar que cuando la corrupción ingresa a la Economía Circular lo que hacemos es quitarle legitimidad social al proceso que estamos tratando de impulsar, pero a su vez debilitan aún más las estructuras y procesos que sostienen las democracias en América Latina”, añadió.

Junto con ser una decisión política, enfatiza la importancia de comprender a la economía circular en el contexto en el cual se instala, y no solamente de una mirada teórica o basada en casos de otros continentes.