Nada mejor que preparar un exquisito pan casero con la clásica receta familiar. Sin embargo, muchas veces el resultado no es el esperado.

En este contexto, es primordial reconocer los errores que se cometen durante la preparación, para así evitarlos o corregirlos a tiempo.

A continuación te mostramos 6 recomendaciones de expertos, que deberías tener en cuenta a la hora de hacer pan en casa:

1. No eliges la harina adecuada

“Una buena harina es el secreto de un buen pan”, reflexiona Anna Bellsolá, panadera española y autora del libro “Pan en casa”, según destaca el sitio Apunto Cocina.

Por este motivo, es primordial elegir la harina correcta para el tipo de pan que quieras preparar, ya sea de trigo, centeno, integral o blanca, entre otras.

Asimismo, el panadero español Moncho López, creador del sitio Levadura Madre, enfatizó que debes fijarte en la cantidad de proteína que tiene la harina. Si es poca, tendrás panes más bajitos, y que tienden a deshacerse.

“Si lo que buscamos es una buena harina para hacer pan en casa, lo que necesitamos es una que tenga grandes cantidades de proteína, entre 11 gr y 14 gr por cada 100 gr”, precisa el experto.

2. No tamizas la harina

Uno de los principales beneficios de tamizar, es eliminar las partículas o bolitas generadas por la humedad. De este modo, evitaremos que queden grumos en la masa, según destaca el sitio Cocina y Vino.

Asimismo, este procedimiento nos ayudará a darle una textura más esponjosa y ligera a la masa, debido a que separará bien cada partícula de harina e incorporará moléculas de aire. Además se integrará mucho mejor con los otros ingredientes de la preparación.

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3. No usas el orden correcto en la preparación

Para conseguir un buen resultado, es recomendable seguir una pauta. De acuerdo a lo explicado por el panadero español Daniel Jordà, se empieza mezclando los ingredientes sólidos y después se añaden los líquidos. Cuando todo esté bien integrado, se añade la levadura desmenuzada para que empiece a actuar.

En este contexto, advierte que no es bueno ir tirando agua poco a poco “porque destrozas la mezcla, evitas que quede homogénea y se endurecerá o reblandecerá”, explica al sitio La Vanguardia.

Si la masa lleva grasas (leche o mantequilla por ejemplo), se deben incorporar siempre al final, para no impedir la formación inicial del gluten. Asimismo, aconseja amasar con firmeza pero sin exagerar, durante 2 o 3 minutos. Enseguida debes dejarla reposar por unos 10 más.

“Los reposos son básicos para que se haga la autolisis, un autoamasado que segmenta las cadenas de gluten, es un proceso espontáneo que nos facilita la tarea”, precisa el experto.

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4. No esperas la masa o no la tapas

El periodo de reposo del pan debe ser hasta que doble su volumen (una hora aproximadamente bien tapado y a temperatura ambiente).

“La fermentación ocurre mayoritariamente en ese proceso y por eso es necesario que las condiciones sean las adecuadas para que se desarrolle bien”, apunta Jordà, aconsejando ser pacientes.

Igualmente, destaca que el nivel de hidratación de la masa es muy importante, por lo que debemos protegerla de las corrientes de aire, tapándola con un paño. “Si se nos seca, puede quedar una piel fea y reseca por encima, y no subirá bien cuando lo horneemos”, advierte.

Cuando se complete ese periodo, llega el momento de cortar la masa en varias partes, dependiendo de los panes que quieras conseguir. “Nuevamente lo dejaremos en reposo para que fermente otra hora”, precisa.

5. No esperas que el horno se caliente

Otro de los errores más comunes, es meter los panes cuando el horno todavía no está en la temperatura adecuada. Por este motivo, debes procurar precalentarlo para obtener un buen resultado.

Las piezas pequeñas requieren, casi siempre, una temperatura alta (entre 250ºC – 270ºC) y para las piezas grandes de más de 500 gr de masa, la temperatura será más baja (entre 200ºC – 250ºC), siempre con calor arriba y abajo del horno”, explica el sitio especializado CookStorming.

“En general cuando veamos que está bien hecho por fuera, con una corteza brillante, por dentro también estará en su punto”, complementa Jordà.

6. No dejas enfriar el pan

Cuando el pan esté listo, debes dejarlo enfriar en un lugar sin corriente de aire y sobre todo que no sea plano. “Si lo colocamos encima del horno generará humedad y podemos encontrar agua en la parte de abajo”, explica el pandero.

“Es un buen truco utilizar unas rejillas de horno para colocarlo encima y así impedir que esté sobre una superficie plana”, aconseja Jordà.

Finalmente, comenta que el pan normal se puede guardar dos o tres días sin problema en el refrigerador o a temperatura ambiente, siempre y cuando se conserve al interior de una bolsa de papel o tapado con un paño de cocina.