El caso de Manuel ha despertado la angustia de las distintas comunidades LGBT de América Latina, que piden justicia para el mexicano, a quien incluso se le privó de sus medicamentos contra el VIH.

El 4 de febrero de 2024, el mexicano-británico Manuel Guerrero Aviña fue encarcelado en Catar tras un insólito operativo de la policía local, que creó un perfil falso en una aplicación de citas gay para luego tomarlo detenido “por portar droga”.

Luego de ser encarcelado y conocerse su caso en México y América Latina, distintas agrupaciones y comunidades LGBT acusaron discriminación e iniciaron campañas para exigir la liberación íntegra de Manuel, quien fue obligado a firmar documentos en árabe sin traductor, sufrió torturas y malos tratos y también se le privó de sus medicamentos contra el VIH, según ha relatado angustiantemente su familia.

“Le tendieron una trampa por ser gay”

Fueron casi tres meses los que Manuel pasó encarcelado en Catar. Un controversial procedimiento tuvo al empleado de Qatar Airways tras las rejas hasta hace pocos días, luego de querer tener una cita con un supuesto hombre que había conocido en la app Grindr. Lo que vino al momento de concretar la reunión, fue su peor pesadilla.

Manuel Guerrero
Foto | Redes Manuel Guerrero

Así lo relata su hermano, Enrique Guerrero, en conversación con BBC News, entregando detalles de la detención de Manuel, la trampa que le tendieron y el calvario que ha sufrido desde febrero, en un país donde la homosexualidad es considerada delito en su Código Penal.

De acuerdo a la versión de Enrique, un hombre llamado Gio se contactó con su hermano para pactar una cita en su supuesto departamento en Doha, luego de haber pasado días conversando por medio de esta aplicación. Sin embargo, al llegar al punto de encuentro, no había ningún Gio y Manuel sólo se encontró con un grupo de policías que lo arrestaron acusándolo de porte de drogas.

“Le tendieron una trampa a mi hermano por ser gay”, se lamentó Enrique en la mencionada entrevista, denunciando que Manuel no consumía ningún tipo de droga al tener VIH y que la pequeña dosis de metanfetamina que le fue incautada fue “plantada” por la propia policía, que “presionó” al detenido a aceptar que era suya firmando papeles en árabe y sin prestarle asistencia de un traductor.

Pese a que la investigación sigue en curso en Catar y no se ha descartado ninguna hipótesis, la familia de Manuel enfatiza en que ésta es la única verdad de los hechos. Una versión que ha sido apoyada por distintas organizaciones internacionales.

Manuel y su hermano Enrique
Manuel Guerrero y su hermano Enrique | Redes

Cabe consignar que BBC tuvo acceso al perfil falso de Gio, quien también fue reconocido en Tinder (otra aplicación de citas) a través de sus fotografías, pero con el nombre de Mike, un hombre que exhibe sus abdominales con orgullo y que demuestra ser un fanático del deporte y del gimnasio.

Perfil falso de Gio y Mike
Captura | BBC News

Tortura, abuso de poder y el VIH de Manuel

Además de “plantarle” droga -según Enrique- y ser privado de un debido proceso como corresponde, Amnistía Internacional se refirió a este caso y pudo asegurar que Manuel fue víctima de “una horrenda custodia” y que el juicio estará empañado “por una serie de violaciones” que han transcurrido desde la detención hasta su actual transcurso.

Pese a que funcionarios cataríes se han puesto en contacto con la embajada británica de dicho país asegurando que ha sido “tratado con dignidad y respeto”, Enrique profundizó en la preocupante situación de su hermano.

La policía de Catar le negó los medicamentos que debe tomar el ciudadano británico-mexicano para su tratamiento contra el VIH, según su familia que pudo intercambiar sólo unas pocas palabras con Manuel, quien también les contó que vio cómo las autoridades azotaban a otros hombres homosexuales en la espalda por el mismo delito del que se le acusaba.

Manifestación frente a la embajada británica en México
Manifestación frente a embajada británica en México | Redes
Manifestaciones en México
Manifestaciones en México | Redes

Una vez que los trabajadores de la seguridad pública de Catar se enteraron de que el afectado tiene VIH, lo habrían sometido a un régimen de aislamiento sin proporcionarle su medicina, con el objetivo de que Manuel diera más información de otros homosexuales. De acuerdo a Enrique, éste aún se niega a hacerlo.

Cabe consignar que Manuel arriesga entre seis meses y tres años de prisión por posesión y consumo de drogas.

Hace unos días, el ciudadano de 44 años fue puesto en libertad condicional y vigilada, donde se encuentra incomunicado -salvo llamadas controladas con sus familiares- y se le ha prohibido hablar públicamente del caso hasta que se entregue el veredicto.

Además, las autoridades cataríes le quitaron su pasaporte, por lo que tiene prohibido viajar al extranjero.

El grito de auxilio de las redes sociales: #CatarDebeLiberarAManuel

Pese a la libertad condicional conseguida hace unas semanas, la pesadilla de Manuel no se detiene y las redes sociales -además de la comunidad LGBT- han hecho eco de la lucha del mexicano.

Y es que, no sólo se encuentra encerrado en una casa con amigos en Doha, sino que también se le agotó su tratamiento prescrito por médicos británicos a mediados de abril, por lo que, desde esa fecha, ha tenido que aceptar medicamentos alternativos proporcionados por el gobierno catarí. Una negligencia que podría acarrear graves problemas de salud.

Manuel Guerrero
Manuel Guerrero | Redes

Desde que el caso salió a la luz en México y a nivel internacional, distintos usuarios se han agolpado en redes sociales para mostrar apoyo y pedir justicia para Manuel, acusando discriminación por parte de Catar y una grave persecución contra las personas homosexuales.

Por su parte, a pesar de no haber emitido ninguna declaración pública al respecto, la BBC confirmó que Grindr se encuentra siguiendo de cerca el caso de Manuel y que se encuentra “indignada” por el trato a la comunidad LGBT en el Medio Oriente.

“Cuando vi a mi hermano en prisión y me enteré de todo lo que le había sucedido, me pareció un caso de otro siglo”, sentenció Enrique Guerrero, a la espera del juicio contra Manuel.