Las relaciones pueden ser complejas, ya sea una familiar, amorosa o de amistad. Pero lo que no podemos permitir es entramparnos en una tóxica.

La dinámica en este tipo de relaciones es difícil y puede resultar agotadora, pues la gente tóxica generalmente no solo quiere que los ayudes con sus problemas, sino que también a ellos mismos.

Lo anterior puede provocar vacíos emocionales, pues debemos poner toda la atención en ellos; como también sentimientos de frustración e insatisfacción cuando no podemos resolver sus problemas y necesidades.

De acuerdo a la psiquiatra Abigail Brenner, hay 8 características que tienen en común las personas más tóxicas y que nos ayudan a identificarlos.

1. Manipuladores

Según explicó la experta en la revista Psychology Today, la gente tóxica es manipuladora y siempre intentan lograr que las personas hagan lo que ellos quieren.

“Todo se trata de ellos (…) Lo que uno quiera se olvida rápidamente. Esta relación no se trata de igualdad, al contrario”, apuntó.

2. Críticos

Son críticos, pero nunca con ellos mismos, sino que con el resto. “Mentirán si les es útil”, aseguró la especialista.

3. No se responsabilizan de sus sentimientos

En vez de reconocer sus sentimientos, los proyectan hacia otra persona. Y si alguien les señala este comportamiento, lo más probable es que se defenderán con vehemencia y no asumirán responsabilidad alguna.

4. No se disculpan

¿Se equivocaron? No lo reconocerán, ni tampoco pedirán perdón. Los problemas siempre son culpa de alguien más, nunca de ellos.

“En muchos casos, aunque intentan orquestar las relaciones para servir sus propios fines, intentan obtener simpatía y atención haciéndose las víctimas”, comentó Brenner.

Pexels (CC)
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5. Inconsistentes

De acuerdo a la psiquiatra, las personas tóxicas no son consistentes porque en ocasiones actúan como personas completamente distintas dependiendo lo que necesitan o quieren lograr. Saben cómo llegar a las personas cuando se proponen una meta.

6. Hacen que los demás demuestren su lealtad

Este punto viene de la mano con la manipulación. Probablemente te harán elegir entre ellos y alguien más, lo que claramente puede traer problemas.

“Con frecuencia, esto se convierte en una dinámica de ‘divide y vencerás’ en la que la única elección es ellos, incluso hasta el punto de requerir que acabemos con cualquier relación significativa que tengamos para satisfacerlos”, explicó la especialista.

7. Ponen al otro a la defensiva

“Tienen dificultades para no desviarse del punto en ciertos asuntos, probablemente porque no les interesa nuestro punto de vista o intentar llegar a una conclusión amigable”, señaló Brenner.

En este sentido, las tácticas de manipulación están a la orden del día. Por ejemplo, en una discusión, en vez de enfocarse en el tema, destacan el tono o las palabras que la otra persona está ocupando la conversación. “Se enfocan en los problemas no en las soluciones”, afirmó la psiquiatra.

8. No son cariñosos

No le prestan mucha atención a otros —a no ser que quieran algo a cambio— y tampoco son cariñosos. “De hecho, las cosas buenas que nos pasan les quitan atención a ellos y evitan que se enfoquen en sus propias metas. Hay que tener cuidado de la gente que encuentra fallas en nosotros y nos hacen estar equivocados. La lealtad es un concepto ajeno a ellos”, profundizó.

Brenner señaló que es difícil cortar lazos con una persona tóxica, porque puede ser un amigo de la infancia o hasta un familiar. Sin embargo, es necesario para poder sanarnos y enfocar la energía en nosotros mismos.

“Es poco probable que ellos cambien, pero nosotros sí podemos. Es cuestión de balancear los pros (si es que los hay) y los contras y tomar una decisión de limitar nuestro tiempo con esta persona o terminar la relación, sin mirar atrás”, concluyó.