Un ambiente conflictivo en el hogar también puede ser provocado por padres tóxicos. Si sus conductas son persistentes y afectan nuestro autoestima, es necesario hacer cambios en la convivencia.

La doctora en psicología Darlene Lancer, detalló en una columna del portal especializado Psychology Today, que este tipo de personas no tratan a sus hijos con respeto, ni mucho menos se disculpan por su comportamiento.

Asimismo, detalló que comúnmente los padres tóxicos padecen de un desorden mental o una adicción seria, lo que pudo haber generado una infancia traumática en sus hijos.

“Cuando no han sanado las heridas, ellos pueden volvernos a lastimar, haciendo que el crecimiento y la recuperación se vuelvan difíciles“, detalló la especialista.

En este contexto, Lancer entregó 12 preguntas que debemos hacernos sobre el comportamiento de nuestros padres. De este modo podremos identificar si estamos frente a una persona tóxica.

1. ¿Tienden a sobrereaccionar o causar una escena?
2. ¿Usan chantaje emocional?
3. ¿Hacen solicitudes frecuentes o poco razonables?
4. ¿Me controlan? (“Se hace a mi modo o no se hace”)
5. ¿Me critican o comparan?
6. ¿Me escuchan con interés?
7. ¿Manipulan, usan la culpa o se hacen la víctima?
8. ¿Me culpan o atacan?
9. ¿Se responsabilizan y disculpan?
10. ¿Respetan mis límites físicos y emocionales?
11. ¿Hacen menos mis sentimientos y necesidades?
12. ¿Me envidian o compiten conmigo?

La psicóloga detalla que el “desapego” es fundamental para enfrentar conductas de este tipo. “Significa no reaccionar, no tomarse las cosas personalmente y no sentirse responsables de las necesidades, deseos y sentimientos de alguien más”, explicó.

En este plano, enfatizó que es más sencillo evitar reaccionar a nuestros padres, que a nuestros amigos o parejas, con quienes nos sentimos en la misma jerarquía.

Incluso si nos mudamos tan lejos como sea posible, todavía podríamos tener reacciones emocionales y encontrar dificultades para desapegarnos”, advirtió.

Por otra parte, la especialista reconoció que las relaciones con padres tóxicos pueden ser difíciles de abandonar. “Tal vez necesitemos distanciarnos para crear esos límites que no podemos crear verbalmente”, planteó.

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“Puede que sea necesario cortar por completo los ambientes abusivos. Sin embargo, aunque se reduce la tensión emocional, los problemas subyacentes permanecen y pueden afectar todas nuestras relaciones“, reflexionó.

Muchos terapeutas sugieren que la mejor forma de independizarnos de nuestras familias, es “trabajar en nosotros mismos con terapia y practicar lo que hemos aprendido”.

De este modo, detalla que eso no implica que nuestros padres puedan cambiar, “pero nosotros sí”, apunta.

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Finalmente la especialista entregó una serie de reflexiones sobre la familia, que pueden ayudarte a comprender mejor la situación:

1. Nuestros padres no tienen que sanar para que nosotros mejoremos.
2. Alejarnos por completo no nos sanará.
3. No somos nuestros padres.
4. Tampoco somos las cosas abusivas que dicen de nosotros.
5. No tenemos que ser como nuestros padres, pero podemos seguirlos amando y compartir un lazo con ellos.
6. Una adicción o abuso por parte de un padre tiene la capacidad de alterarnos. Debemos poner límites y practicar desengancharnos.
7. No podemos cambiar o rescatar a miembros de nuestra familia.
8.La indiferencia, no el odio o el enojo, es lo opuesto al amor.
9. Odiar a alguien interfiere con amarnos a nosotros mismos.
10. Los enojos y resentimientos sin resolver nos lastiman.