Una leyenda negra, la mala fortuna o sólo la muerte les jugó una mala pasada constante a los Kennedy, una influyente familia estadounidense, ligada profundamente a la política americana a través de diversos miembros del clan.

El más célebre de todos es John F. Kennedy (JFK), quien protagonizó el más desdichado de los eventos que han conformado la “Maldición de los Kennedy”, ya que fue asesinado mientras daba un paseo por Dallas, Estados Unidos, en 1963.

Aunque no sólo este hecho afectó a la popular dinastía, pues otros miembros también tuvieron un trágico fin. La última fue Saoirse Kennedy Hill, nieta de Robert F. Kennedy, quien falleció hace sólo unos días producto de una aparente sobredosis.

Pero, por qué se creó esta “maldición” que es conocida en todo el mundo y revivió esta semana. En BioBioChile te lo explicamos.

La primera tragedia

La historia que da origen a esta “maldición” comienza en 1918, con la desdichada Rosemary Kennedy, el tercer retoño del matrimonio de Joseph P. Kennedy y Rose Elizabeth Fitzgerald.

Rosemary nació con una enfermedad mental sin diagnóstico, debido a complicaciones en el parto, lo que generó daños irreparables en su cerebro, que la dejaron con dificultades en el aprendizaje.

Esto generó que Rose fuera una niña escondida por la familia, que ya en esos años aspiraba a ser influyente en la política americana y el antecedente de un integrante con problemas de aprendizaje podía mermar en la popularidad de los Kennedy.

Pese a su dificultad, Rose pudo llevar una vida “normal”, viviendo incluso en Londres cuando su padre se desempeñaba como embajador en Inglaterra. Fue aquí cuando se le notó una actitud diferente para una joven de su edad, ya que tenía un carácter infantil, pese a que había accedido a una educación que le permitió realizar un progreso en su aprendizaje.

Una vez que volvió a Estados Unidos las rabietas y los episodios violentos en Rose se volvieron una constante, por lo que fue internada en un convento, del que se escapaba para ir a bares a conocer hombres y disfrutar de la vida.

Esto generó que cuando tenía sólo 23 años, sus padres tuvieran pánico de que las actitudes de la joven fueran un inconveniente en la carrera política de los miembros de la familia, por lo que instruyeron una Lobotomía, procedimiento médico de la época con el que se creía que podían “curar sus males psicológicos” y mejorar su coeficiente intelectual, según comenta ABC.

Lamentablemente, los resultados de la cirugía fueron desastrosos, ya que convirtieron a la joven en una persona dependiente las 24 horas del día. No pudo volver a caminar, apenas podía hablar, sufría de incontinencia y su edad mental equivalía a la de un niño de 2 años.

De esta forma, Rosemary vivió hasta los 85 años, condenada a una vida de abandono, iniciando la “maldición de los Kennedy”, ya que si bien no falleció de forma trágica como otros miembros de su familia, la tragedia marcó para siempre su vida.

Los asesinatos

Los cuidados que tuvieron Joseph y Rose con Rosemary tenían un objetivo claro, potenciar la vida política de sus hijos y por sobre todo de John F. Kennedy, el único que logró llegar al cargo político más importante de su país, ser presidente de Estados Unidos.

La llegada a la Casa Blanca de JKF, como se le conoció popularmente, resultó una inyección de nueva energía y optimismo en Estados Unidos, junto con la alegría de una dinastía que apostaba por ser influyente en la vida de los americanos.

Sin embargo, todo se derrumbó cuando en 1963, el presidente Kennedy fue asesinado a manos de Lee Harvey Oswald, mientras participaba de un desfile junto a su esposa, Jackie Kennedy en Dallas, consigna El País.

El segundo asesinato fue al hermano y mano derecha de John F. Kennedy mientras estaba en el poder, Robert Kennedy, quien fue atacado en un tiroteo ocurrido en la cocina del Hotel Ambassador de Los Angeles, en Estados Unidos.

El hecho sucedió justo en el momento en que Robert aspiraba a ser electo presidente de los Estados Unidos y participaba en un acto de campaña.

Según indica El País, el autor del asesinato, Sirhan Bishara Sirhan, de ascendencia palestina, habría realizado el acto motivado por las simpatías de Robert respecto del estado de Israel.

Accidentes aéreos

Gran parte de la creación del mito de la “maldición de los Kennedy” viene asociada a los accidentes aéreos que han afectado a diversos miembros de la familia.

El primero fue Joseph Kennedy, más conocido como “Joe Jr. Kennedy”, primogénito de la familia, quien falleció en un trágico accidente de avión en 1944, mientras participaba de una operación secreta durante la Segunda Guerra Mundial.

Luego, en 1948 Kathleen Kennedy, la segunda de los 9 hermanos Kennedy, falleció mientras realizaba un vuelo hacía el sur de Francia junto a su pareja, el conde, militar y aristócrata William Wentworth-Fitzwillia, comenta ABC.

Décadas después, en 1999, los accidentes aéreos vuelven a afectar a la dinastía. Esta vez John F. Kennedy o John John, como era conocido popularmente, murió junto a su esposa Carolyn Bessette y su cuñada, Lauren Bessette.

El príncipe de Nueva York, como se le denominaba al hombre de 38 años, primogénito del presidente americano, pilotaba una avioneta que se estrelló en el el océano Atlántico, a unos 12 km de la isla Martha’s Vineyard, Massachusetts, en el noreste de Estados Unidos, indica La Nación.

Las sobredosis

En 1984 David A. Kennedy, el tercero de los hijos de Robert Kennedy y Ethel Skakel, falleció producto de una sobredosis mientras se encontraba en un hotel de Florida, Estados Unidos.

David, que tenía 28 años al momento de morir, había luchado contra las adicciones, sin éxito, consigna CNN.

Saoirse Kennedy Hill, nieta de Robert F. Kennedy y sobrina de David, también habría fallecido a causa de una sobredosis, informaron medios de Estados Unidos.

Saoirse, de 22 años, falleció el pasado 1 de agosto en un hospital al que fue llevada por servicios médicos de emergencia desde el complejo residencial Kennedy Hill, donde vivía.

La joven, hija de Courtney Kennedy Hill, había manifestado batallas contra la depresión y problemas mentales mientras escribía para el periódico de su colegio.

Por su parte, la familia declaró, en una nota divulgada por medios estadounidenses: “Nuestros corazones están destrozados por la pérdida de nuestra amada Saoirse”.