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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

David Sconce, dueño de la funeraria Lamb Funeral Home en Pasadena, California, ocultó macabras prácticas para aumentar sus ganancias, como mutilar cadáveres y extraer joyas. Fomentaba competencias para incinerar más cuerpos, vendía órganos y empastes de oro de los fallecidos. Detenido en 1989, fue condenado a cinco años de prisión y luego a 25 años en 2013. Liberado en 2023, admitió sus acciones sin remordimiento en el documental "The Mortician".

En 1980, David Sconce, se hizo cargo del negocio fúnebre de su familia. Bajo su dirección, la funeraria Lamb Funeral Home, era la favorita de los habitantes de Pasadena (estado de California) para despedir a sus deudos.

Aunque los trabajadores del emprendimiento y algunos cercanos, descubrieron que Sconce escondía un secreto.

En ese sentido, se supo después que Sconce solía maltratar los restos humanos, con el propósito de maximizar los ingresos del negocio. A todo esto, el empresario de pompas fúnebres, era capaz de cortar algunas partes del cuerpo para obtener joyas de los fallecidos.

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También incitaba a que los empleados compitieran para ver quién podía meter más cuerpos en el horno.

Fueron estas actividades ilícitas las que condenaron a David Sconce a la cárcel, que entrevistado por el documental The Mortician (La Funeraria en español) afirma sin un ápice de arrepentimiento que “no le doy ningún valor a nadie después de que ya no está. No deberían darle valor cuando yo ya no esté. Eso ya no es una persona”.

Las pistas detrás de David Sconce

El caso se remonta a 1989, cuando David empezó a realizar conductas erráticas. Con respecto a esto, había una leve sospecha de que estaba haciendo algo “ilegal” sostiene uno de los testigos.

Más aún, Sconce se ufanaba de que podía incinerar a una persona o varias, en un corto período de tiempo. Además, solía robar y vender los órganos de los cadáveres.

“Podía hacerlo en dos horas, o podría poner a 10 de ellos allí y tardar dos horas y media”, contó Sconce con frialdad.

Es justamente esta acción, que estrechó el cerco frente a él. Según recogió revista Time, los directores de funerarias del área de Pasadena, sospecharon cuando Sconce realizaba cremaciones masivas a 55 dólares por cuerpo.

Los ex empleados confirmaron que era una práctica habital, incinerar varios cuerpos a la vez, rompiendo una clavícula, un brazo o una pierna para meter el mayor número de cuerpos en el horno, detalló la revista Time.

De hecho, llegó a quemar entre 150 y 200 cuerpos a la vez.

La detención de Sconce

Mientras las incineraciones en masa aumentaban, el humo que provenía de la funeraria llamó la atención de un ex soldado que liberó Auschwitz, y que reconoció el olor a carne quemada. Así descubrieron la operación clandestina que lideraba Sconce en 1989.

Finalmente, Sconce fue condenado a cinco años de prisión por mutilar a los cadáveres, consignó revista People.

El hombre, fue procesado por 21 cargos criminales, incluyendo mutilación de cadáveres, cremaciones masivas y contratación de sicarios, recogió Los Angeles Times.

Al respecto, el hombre solía extraer empastes de oro de los dientes de los fallecidos. La ex esposa de Sconce, Barbara Hunt, afirmó que su esposo nunca le explicó su particular método de cremación. Aunque para ella, la sorpresa fue mayúscula cuando encontró a su esposo machacando dientes con un martillo y metiendo el oro en un vaso. “Vendió el oro”, dijo Hunt. “Me quedé ahí sentado pensando: ¿en qué mundo estoy?”, reveló la revista Time.

Aunque un ex cliente de la Funeraria Lamb, afirmó indignado al citado medio que “violaron y profanaron a mi padre. Es inadmisible”.

La justificación

En 1991, Sconce obtuvo la libertad condicional, pero en 2013, fue condenado a 25 años, después de reincidir.

De igual manera, el empresario obtuvo nuevamente la libertad en 2023, lo que permitió que el realizador Joshua Rofé contará en exclusiva con su testimonio.

Según el propio director, decidió otorgarle voz, para no eludir que hay personas que cometen delitos despreciables. “Si todos andáramos por ahí fingiendo que todo en este mundo está bien, estaríamos haciendo un flaco favor a la humanidad”, afirmó Rofé. “Pero analizar detenidamente a personas como esta es vital”.

David Sconce | HBO

“Y todavía no puedo creer algunas de las cosas que dijo en cámara”, dijo Rofé a The Guardian. “Si se quedaron impactados viéndolo, comprendan que a mí me impactó que me lo dijeran en persona”.

Consultado en el documental producido por HBO, Sconce entregó detalles sobre su conducta, en especial, sobre entregar a las familias los restos cremados de varias personas: “No hay diferencia en las cenizas de nadie… la gente simplemente tiene que controlar mejor sus emociones”.

Pero sus dichos no se detuvieron ahí: “Ese ya no es tu ser querido, y nunca lo ha sido. Ámalos cuando estén aquí. Punto”, dijo fríamente David.