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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Una mujer mexicana detenida en una cárcel migratoria en EE.UU. solicita poder casarse con su novia estadounidense para evitar la deportación. Yesenia Muñoz, de 51 años, fue arrestada en una redada en su trabajo en Washington. La boda estaba programada para una semana después de su detención. La mexicana entró al país en 2004 con visa de turista y actualmente busca opciones legales para quedarse. Las ceremonias de matrimonio en centros de detención son permitidas, pero temen que nuevas políticas de Trump lo impidan.

Una mujer mexicana que se encontraba de manera irregular en Estados Unidos fue llevada a una cárcel migratoria del mencionado país, desde donde pide que le permitan casarse con su novia desde hace más de diez años, una ciudadana estadounidense, para evitar la separación.

Resulta, que según explicó la detenida, la boda entre ambas estaba programada para una semana después de cuando ocurrió la detención. “Esto ha sido una pesadilla. Tantos años juntas, esperando nuestro matrimonio con toda la familia y ahora nos enfrentamos a una separación, es injusto”, dijo en una entrevista en EFE.

pareja busca casarse dentro de cárcel migratoria de EE.UU

Yesenia Muñoz, de 51 años y nacida en Sinaloa (México), fue arrestada el pasado 20 de mayo en una redada en su lugar de trabajo en Kent, una pequeña ciudad vecina de Seattle, en el estado de Washington, Estados Unidos.

El arresto de la mexicana es clasificado como una detención “colateral”, ya que ella no era el objetivo del operativo del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), dijo su abogada Xiomara Urán, de Northwest Immigrant Rights Project.

Su pareja, Yanderic Zúñiga, cuenta que tenían planeada su boda para el fin de semana siguiente a la detención. “Habíamos retrasado la ceremonia esperando que mi familia viniera desde el exterior, porque yo estoy sola aquí en el país”, relata la ciudadana de origen peruano.

Agregó que han sostenido una relación de más de 12 años y han construido una familia junto con el hijo de Zúñiga, que ve a Muñoz como una madre más. “Mi hijo está devastado, porque ella ha sido un respaldo muy importante en su vida y en la mía”.

¿Por qué estaba ilegal en Estados Unidos?

La mexicana ingresó en Estados Unidos en 2004 con una visa de turismo y desde entonces se quedó en el país. Esta es la primera vez que Muñoz interactúa con las autoridades de inmigración y no tiene ninguna investigación o cargo criminal pendiente en su contra.

La abogada explica que la inmigrante tiene derecho a que un juez de inmigración escuche su caso por el tiempo que lleva viviendo en el país y el buen carácter moral que ha presentado en todos estos años.

Actualmente hay dos vías para que ella pueda emprender una batalla legal para quedarse en el país: acogerse a la ley de cancelación de deportación por vivir más de 10 años en EE.UU. y demostrar buen carácter moral o concretar el matrimonio con Zúñiga y someter una petición familiar.

Votos de amor tras las rejas

Las ceremonias de matrimonio dentro de los centros de detención de inmigración en EE.UU. son permitidos, según documentos de ICE. La agencia establece que cada solicitud se revisa “caso por caso” y “por lo general” se concede.

Sin embargo, la pareja teme que lo impidan las nuevas directrices migratorias del Gobierno del presidente Donald Trump.

Urán ha solicitado el permiso y enviado peticiones a varias directivas de ICE pero no ha encontrado una respuesta clara. “Todos los documentos ya están listos, lo único que necesitamos es que las autoridades migratorias den el sí”, ahonda.

Se necesita que autoricen el ingreso en la cárcel de al menos cuatro personas: la novia, el oficiante y dos testigos. Pero Urán ha pedido también permiso para el hijo de Zúñiga, de 14 años.

“El niño quiere estar ahí, no podemos impedírselo”, dice la abogada.

El matrimonio se ha convertido en una carrera contrarreloj que debe realizarse antes del 24 de junio, cuando Muñoz tendrá su cara a cara con el juez, por lo que han pedido el apoyo de la comunidad y legisladores para presionar a ICE.