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La decisión de EE. UU. de dejar de publicar datos meteorológicos de algunos satélites a causa de un riesgo de ciberseguridad preocupa a la comunidad científica. El Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa (DMSP) ha proporcionado valiosa información desde la década de 1960. Expertos temen una pérdida de precisión en pronósticos meteorológicos y en la monitorización del hielo marino en el Ártico.
El cambio climático está aumentando la intensidad de fenómenos naturales extremos en todo el mundo. Lluvias intensas, sequías, inundaciones, tormentas, huracanes y tornados, son parte de los desastres que cobran cientos de pérdidas al año.
Dentro de este escenario, la meteorología es clave. Mediante su pronóstico se reducen víctimas y daños. Sin embargo, este panorama está próximo a cambiar.
Resulta que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) anunció que el Departamento de Defensa de EE. UU. dejará de publicar datos meteorológicos de algunos satélites a partir del próximo 31 de julio ¿La razón? La decisión se tomó con el objetivo de “mitigar un riesgo significativo de ciberseguridad”.
Inicialmente, la NOAA iba a perder el acceso a los datos a partir del lunes 7 de julio, pero logró ampliar el plazo dado que la NASA, que también se iba a ver afectada por la medida, solicitó una prórroga hasta el 31 de julio.
¿Qué pasará con estos datos en el futuro?
La decisión de Estados Unidos de dejar de publicar datos meteorológicos generará una escasez de información sobre la atmósfera y los océanos de la Tierra. Desde la década de 1960, el Ejército estadounidense ha analizado datos meteorológicos recopilados globalmente por su Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa (DMSP)
Actualmente, tres satélites parecen seguir activos en este programa. El programa, administrado por la Fuerza Aérea de los EE. UU., se opera desde una base de la Fuerza Aérea en Nebraska y está diseñado para recopilar y difundir datos diarios sobre la nubosidad global (junto con parámetros ambientales, oceanográficos y geofísicos solares).
Para la meteorología, es especialmente importante el Operational Linescan System (OLS). Estos radiómetros monitorizan la distribución global de las nubes y sus temperaturas dos veces al día.
El Special Sensor Microwave Imager Sounder (SSM/IS), un radiómetro de microondas que mide la radiación térmica de microondas de la tierra y se utiliza para mediciones globales de perfiles de temperatura del aire, perfiles de humedad y otras mediciones atmosféricas, también proporciona información muy valiosa.
Un vistazo a los datos disponibles actualmente da una idea de la magnitud de la brecha futura. Todos estos datos satelitales brutos fueron procesados hasta ahora por el Fleet Numerical Meteorology and Oceanography Center de la Armada de EE. UU. y puestos a disposición de instituciones de investigación y para uso civil. Se incorporaron diariamente a los cálculos del pronóstico meteorológico. Esto llegará a su fin este mes.
¿Cómo afectará al mundo?
Meteorólogos, investigadores del clima y otras personas trabajan ahora para encontrar datos alternativos e intentar calibrar sus modelos de cálculo para que funcionen incluso sin la información meteorológica de EE. UU.
Los expertos consideran que no disponer de ella supone “una pérdida estadísticamente medible de la precisión del pronóstico, ya que la información de microondas sobre la temperatura y la humedad tiene una influencia desproporcionadamente grande en los pronósticos meteorológicos”, aclara a DW el meteorólogo Peter Knippertz, del Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT).
El Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC), que planea acceder a los cálculos de hielo marino de los satélites japoneses en el futuro, es uno de los que han expresado preocupación. Los pronósticos precisos del hielo marino del ártico son muy importantes para el transporte marítimo internacional. La cantidad y el grosor del hielo determinan el rumbo que eligen los barcos y la ruta más económica.
Los expertos en huracanes también están preocupados. La temporada de huracanes está a punto de comenzar en el Atlántico. La Administración Oceanográfica de Estados Unidos (NOAA) afirma que la pérdida de datos no afectará la precisión de los pronósticos de huracanes, ya que los satélites restantes podrán proporcionar los datos faltantes en el futuro.
Sin embargo, los expertos, especialmente de los países más pobres, temen que las brechas resultantes no puedan compensarse. Especialmente en regiones donde los datos meteorológicos aún deben recopilarse y transmitirse manualmente, ya que la información proporcionada por el Ejército estadounidense ha sido de gran ayuda para la preparación de pronósticos meteorológicos.