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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La árbitra chilena Montserrat Maturana demandó a la ANFP por acoso, discriminación y despido injustificado, alegando graves problemas psíquicos y de salud. En la audiencia preparatoria, se propuso un pago de indemnización, pero no se llegó a un acuerdo. La ANFP niega las acusaciones y afirma que Maturana inició su relación laboral en 2019. El juicio se llevará a cabo en noviembre de 2026. Esta situación ha generado división en el referato chileno, con árbitros testificando a favor de ambas partes.

La árbitra chilena Montserrat Maturana y la ANFP tuvieron su primer ‘gallito’ en la justicia luego de la demanda laboral presentada por la mujer en el Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago, acusando que se enfermó tras acoso, discriminación y despido.

“La marginación laboral, la vergüenza, el descrédito, el maltrato, la persecución y en general, el cambiar las condiciones de trabajo y de salud que eran parte de mi patrimonio, me ha provocado graves problemas psíquicos, alterando mi bienestar y salud, obligándome a ser tratada por especialistas, y en consecuencia afectando mi bienestar familiar, laboral, físico y síquico, emocional y social”, expresó Maturana en su acción legal.

Al respecto, tal como informó BioBioChile en agosto pasado, el 11 de diciembre se realizó la audiencia preparatoria de juicio, vía Zoom.

Según pudo confirmar BBCL, en el ‘cara a cara’, dirigido por el juez titular Mario Felipe Henríquez Contreras, hubo un llamado a conciliación. Sin embargo, no se llegó a buen puerto.

El Tribunal propuso como base de negociación un pago equivalente a seis remuneraciones por concepto de diferencial de indemnización por años de servicio, pero la parte denunciante fijó sus pretensiones en nueve por dicho concepto, más tres remuneraciones por tutela laboral (doce en total). Por otro lado, el equipo judicial de la ANFP no realizó oferta, “por no contar con instrucciones para arribar a un acuerdo en esta etapa”, destaca el documento oficial.

Al no llegar a un acuerdo, el juez Henríquez fijó audiencia de juicio para el próximo 2 de noviembre de 2026, a las 11:15 horas, en sala 4 del mismo Tribunal.

División del referato chileno, las acusaciones de Montserrat y la respuesta de ANFP

El caso de Maturana ha remecido el referato en Chile. Más, porque, tanto Montserrat como la ANFP, tienen a árbitros como testigos de sus posturas, generando división.

Maturana, por ejemplo, llevará a declarar a María Belén Carvajal, Álvaro Carrasco Morales, Cindy Nahuelcoy Jara, José Ignacio Vergara, Constanza Salinas Troncoso, María Angélica Araya y Leonardo Abarzúa Contreras. Todos uniformados ‘de negro’.

El ente rector del balompié chileno, por su parte, convocará a los también árbitros, Christian Schiemann, Carlos Ulloa y Escarlet Moreno. También estarán la abogada Camila Ibáñez, quien estuvo presente en 2024 en el acuerdo entre el Sindicato y la ANFP que evitó la huelga.

Mientras ambos lados planifican el juicio, la ANFP ya respondió oficial y judicialmente a la demanda, según consta en un documento al que tuvo acceso este medio.

El escrito, elaborado por el abogado Gonzalo Cisternas Sobarzo, es contundente: “En la demanda interpuesta por la Sra. Maturana, se señala que habría mantenido una relación laboral con la ANFP desde el 01 de septiembre de 2013 hasta el 31 de marzo de 2025, lo que desde ya negamos expresamente. La trabajadora inició su relación laboral el día 01 de marzo de 2019″.

“Que su despido habría sido vulneratorio de derechos fundamentales, situación que, desde ya, negamos tajantemente por ser estas aseveraciones falsas; Que, la ANFP le adeuda cotizaciones y prestaciones, cuestión que también negamos”, se agrega.

Además, Cisternas Sobarzo hace hincapié en que “desde ya, negamos y controvertimos tanto los hechos fundantes de la demanda como asimismo el pretendido derecho del demandante a percibir suma alguna por un período de supuesta relación laboral, nulidad del despido, recargos o cualquier otro concepto que no se encuentre contenido en el finiquito respectivo”.

“La demandante tuvo varios problemas para lograr aprobar las pruebas físicas correspondientes y por ello, no logró estar habilitada para el ejercicio de sus funciones de árbitro en cancha. Asimismo, cabe señalar que aun siendo árbitra FIFA no fue designada por dicha institución a participaciones internacionales, siendo preferidas otras árbitras por su rendimiento físico”, añade, aunque la carta de despido habla de “necesidades de la empresa” y que “este proceso se lleva a cabo debido a circunstancias económicas”.

Hay que recordar que Maturana, por su parte, puntualizó en la demanda que “mi trabajo y producción como árbitra de la ANFP siempre fue destacada, tal como lo demuestran todas las evaluaciones de las que fuimos objeto. Siempre cumplí con las obligaciones que me impuso mi contrato de trabajo. De ello también da cuenta el que jamás cesara en mi función desde el 1 de septiembre de 2013. No hubo necesidad ni interés en cesar mi contrato porque siempre cumplí mis obligaciones”.

“Yo, que tenía todos los galardones para dirigir en el campeonato profesional del femenino, fui despedida discriminatoriamente. Además, había un incentivo perverso para mi despido, puesto que les salía más cara que los árbitros de formación a los que autorizaron a arbitrar en el femenino para que tuvieran mejores remuneraciones”, complementa.

La abogada de Maturana, Natalia Bravo, se sumó a esta teoría -en diálogo con BioBioChile, en agosto- acotando que “la despidieron básicamente, en la sensación que ella tiene y conforme los antecedentes que nosotros tenemos, porque lastimosamente la Comisión de Arbitraje tiene una política en donde solo quiere potenciar el arbitraje masculino. A tal punto que los árbitros que están en el fútbol joven los hacen arbitrar en el femenino”.

“Es cosas de ver los datos ¿Cuántos partidos en el femenino se arbitran por mujeres? Dos o tres. Todo el resto por árbitros masculinos porque el pago que se le da al arbitraje en el fútbol femenino aumentó, a propósito de una negociación colectiva que hubo en septiembre del año pasado. Entonces, como el valor es mayor, lo que hace el comité de arbitraje, encabezado por el señor Tobar, porque esta política viene directamente desde ahí, es trasladar a los árbitros que están en el fútbol joven al femenino para pagarles más, incentivar que tengan entrenamiento, que reciban mejor remuneración. Esto en detrimento del arbitraje femenino”, sentenció.