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El cáncer testicular es una compleja enfermedad que en Chile afecta a 8 de cada 100 mil habitantes, ubicándose séptimo entre los cánceres más comunes en hombres y siendo el principal tumor sólido en hombres de 20 a 34 años, según datos de la División de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud y la Fundación Observatorio del Cáncer. El tumor maligno que proviene de células germinales puede manifestarse con la aparición de protuberancias en los testículos y, en casos avanzados, extenderse a otras partes del cuerpo. Los hombres jóvenes de 15 a 40 años están en mayor riesgo, y factores como tabaquismo, VIH o antecedentes familiares pueden aumentar su aparición. El tratamiento incluye cirugía para extirpar el testículo afectado, complementado con quimioterapia si se ha diseminado, siendo curable en etapas tempranas y sin afectar la fertilidad ni la función sexual, aunque puede requerir suplementos de testosterona en algunos casos.

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Aunque se hable poco de él, el cáncer testicular es una compleja enfermedad a la que hay que tener cuidado. Sobre todo considerando las edades entre las que se desarrolla.

En Chile su diagnóstico se encuentra séptimo entre los cánceres más frecuentes en hombres y se presentaría en 8 de cada 100 mil habitantes, según cifras de la División de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud.

Además, de acuerdo a datos de la Fundación Observatorio del Cáncer, esta enfermedad representa el principal tumor sólido en hombres entre 20 y 34 años.

¿Qué es el cáncer testicular y a quiénes afecta?

Como se mencionó antes, el cáncer testicular es un tumor maligno que “aparece a partir de células germinales que originan a los espermatozoides”, explica el Dr. Pedro Recabal, cirujano urólogo y oncólogo de la Fundación Arturo López Pérez (FALP).

La primera señal que podría indicar su presencia es a través de la aparición de una protuberancia o bulto en un testículo. Por ello es que siempre las recomendaciones de los expertos es a prevenir mediante el tacto para reconocer cualquier aspecto inusual.

Y es que desde Mayo Clinic apuntan que éstas son células cancerosas que crecen rápido y desde los testículos se diseminan a otras partes del cuerpo.

Principalmente, los mayores grupos de riesgo son hombres jóvenes entre 15 y 40 años y puede presentarse de las siguientes 3 formas:

1. Masa testicular sólida indolora.
2. Masa testicular dolorosa, si hay hemorragia o infarto del tumor.
3. Enfermedad metastásica, con dolor lumbar, óseo y torácico, disnea y tos.

Con los síntomas en mente, es necesario destacar que existen algunos factores de riesgo que propician la aparición del cáncer testicular.

Estos son el tabaquismo, infección por VIH, tener un miembro familiar con la enfermedad. Aunque el mayor de ellos es la criptorquidia. El Dr. Pedro Recabal explica que ésta “es una condición congénita en la cual el testículo no ha descendido hacia el escroto durante la vida intrauterina y se encuentra dentro de la pelvis o dentro del abdomen”.

¿Cuál es el tratamiento?

Ante la sospecha, detectada a través del tacto teniendo en cuenta lo relatado anteriormente, el médico puede solicitar una ecografía y exámenes de sangre. La biopsia terminará confirmando su presencia o no.

El cirujano urólogo de FALP sostiene que el tratamiento para el cáncer testicular es la extirpación del testículo mediante cirugía. Si el tumor se diseminó hasta otras partes del cuerpo, entonces deberá complementarse con quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia. Considerándose curable en sus primeras etapas.

Asimismo se detalla que esta intervención no afecta la función sexual o la infertilidad, siempre y cuando el otro testículo sea normal.

Aunque en algunos casos puede encontrarse insuficiente testosterona (producida por los testículos), ante lo cual puede suplementarse.