El tiempo ideal que debe durar un colchón puede variar dependiendo de factores como la calidad, el tipo de colchón y el uso.

La encuesta ¿Cómo duerme Chile?, desarrollada por Emma Chile, ahondó en el interés de los chilenos por sus hábitos de sueño y el cuidado de los complementos principales que se usan a la hora de dormir.

Una de las primeras observaciones fue sobre el cambio e higiene de la cama. El 38,7% de los encuestados confirmaron que cambian su colchón cada 4 ó 6 años. Por otro lado, el 28% espera 10 o más años para cambiarlo.

Lo cierto es que el tiempo ideal que debe durar un colchón puede variar dependiendo de factores como la calidad, el tipo de colchón y el uso. Por lo general, se recomienda cambiar el colchón cada 7 años.

Según explicó Theresa Schnorbach, científica del sueño, la importancia de cambiar el colchón de forma relativamente periódica es la acumulación de ácaros del polvo y alérgenos, los que pueden causar dificultades respiratorias y alergias.

Además, un colchón desgastado pierde su capacidad para proporcionar un soporte adecuado, lo que resulta en una mala postura y dolores musculares, especialmente en la zona de la columna.

Otros resultados de la encuesta

Los resultados evidenciaron que solo el 13,10% de los encuestados descansan entre 8 a 10 horas diarias, lo recomendado por especialistas para un sueño óptimo. Por el contrario, el 66,7% duermen entre 5 y 7 horas.

“Tanto para una correcta restauración del cuerpo, función cognitiva (en el procesamiento de la memoria, diaria), la salud cardiovascular y mental, siempre se recomienda el número mágico de 8 horas de descanso, variando entre 1 más o menos. Si notamos que se descansa menos de lo indicado, debemos hacer cambios en la rutina, a favor del bienestar”, comentó la experta.

Finalmente, el 37,9% de los encuestados comentó que su calidad del sueño no es “ni mala ni buena”. Por el contrario, sólo el 7,26% comentó tener una calidad “muy buena” de sueño.

En contexto de las cifras, Mauricio Bonilla, médico experto en salud pública de Saluta, sostuvo que “la falta de sueño es un problema multifactorial que requiere de un enfoque integral para abordarlo. En Chile, existe una cultura que valora el trabajo y la productividad, lo que puede llevar a restarle importancia al sueño y a la necesidad de descansar lo suficiente”.

De la misma forma, Patricio Peirano, neurólogo subespecialista en sueño de Saluta, detalló que algunos de los factores causantes son “la alta carga laboral, las jornadas extensas y la cultura del presentismo son factores que generan estrés crónico, lo que dificulta conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche”.

“Así también, la inestabilidad económica, la incertidumbre financiera y las dificultades para acceder a necesidades básicas son fuentes de preocupación que pueden afectar negativamente la calidad del sueño”, agregó.