La Dra. Ximena Ramos, consultora técnica de la obesidad en la OMS, está ayudando a Chile a fijar los lineamientos para implementar tratamientos contra la obesidad, puesto que el país es uno de los 5 prioritarios a nivel mundial para tratar esta enfermedad crónica. "Para mí sería un mensaje clave que reconozcamos que en Chile la obesidad ya es una enfermedad crónica que está muy avanzada y que necesitamos dos estrategias: prevención y tratamiento. Y también reducir el estigma", explicó.

Hace algunas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió un nuevo marco para tratar la obesidad, que desde los 90’s figura en los registros de este organismo como una enfermedad crónica. Ahora, científicos y expertos del área, buscan como implementar un sistema de salud en Chile para tratarla.

Resulta que en Chile, la obesidad se reconoció como enfermedad crónica en 2021, pero hasta ahora no hay un sistema estable para tratarla y los medios que existen, según los expertos, tienen falencias.

Existen varios programas para la prevención de la obesidad y la promoción de hábitos saludables, que son mayormente campañas. Pero no hay una vía que le permita a las personas ir a tratarse bajo métodos que sí funcionen y no dejen a los pacientes a medio camino.

En conversación con BiobioChile, Ximena Ramos, doctorada en salud pública, consultora técnica de la obesidad en la OMS y directora ejecutiva de Obesity Canada, hizo un llamado a tomar acción, destinar recursos a tratamientos para combatir la obesidad y eliminar los estigmas en torno a esta enfermedad.

“Chile tiene una alta prevalencia de la obesidad”, aseguró. De hecho, puntualiza la experta, la OMS eligió a 5 países prioritarios para tratar la obesidad en los sistemas de salud y nombró a Chile como uno de ellos.

“La OMS quiere apoyar a Chile en poder avanzar el tratamiento de la obesidad, también como la prevención, porque Chile está haciendo muchos esfuerzos para la prevención de la obesidad y eso se reconoce, pero ahora faltan tratamientos“, explicó.

Durante los próximos días de diciembre se reunirán referentes del ámbito científico, médico, académico, político, civil y salud pública, para en conjunto identificar y priorizar las actividades estratégicas que se pueden utilizar para mejorar el ecosistema de atención de la obesidad en Chile.

Ramos comenta que en 2022, se adaptó una guía clínica canadiense para el manejo de la obesidad en el contexto chileno, porque el país no tenía lineamientos prácticos para comenzar a implementar un sistema de tratamientos para la obesidad.

“Desde que se publicó esta guía, no se ha hecho una implementación sistemática. Entonces, lo que tenemos que discutir en esta reunión es cuáles son las barreras para poder implementar la guía clínica y para poder desarrollar un mejor sistema de salud que incluya a las personas que tienen obesidad y les dé apoyo”, añade.

¿Por qué es urgente combatir la obesidad crónica en Chile?

La obesidad, dice la experta, se caracteriza por la grasa corporal que impacta la salud de una persona y también propicia otras enfermedades como la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto o problemas al corazón y “hay muchos estudios científicos que lo demuestran”, dice.

“O sea que no estamos hablando solamente del tamaño del cuerpo de una persona o del índice de masa corporal, sino que estamos hablando de cómo científicamente y fisiológicamente la grasa corporal de una persona puede afectar la salud“, aclara.

“La obesidad no se trata solamente de prevención, de comer saludable y de hacer más ejercicio. Se trata de también apoyar a las personas que ya tienen la obesidad para mejorar la calidad de vida y mejorar su salud”, agrega.

Para lograr esto, se debe reducir o idealmente eliminar, el “sesgo de peso”, como lo llama Ramos, que en Chile está muy presente todavía a través de estigmas. Esa sería una prioridad.

“Si no reducimos el estigma, los pacientes van a seguir pensando que esto es su culpa, que ellos deben manejar su peso por sí mismos y que no deben alcanzar la ayuda de un profesional de salud. Eso es lo que está pasando en muchos países”, explica.

La experta señala que, si bien es importante educar a las personas y promover buenos hábitos alimentarios y de ejercicio, habría que cambiar esa narrativa y pasar a tomar acción, para tratar a las personas con obesidad, en vez de sólo señalar que tener un peso poco sano es malo para el cuerpo.

“Para mí el sesgo y el estigma es como una barrera muy importante para poder avanzar esto y espero que esto sea reconocido en Chile como algo que tenemos que confrontar y reducir”, puntualiza.

Esto último no aplica sólo para los pacientes, también debe implementarse a nivel social y a los profesionales de la salud. “No es suficiente decir que la obesidad es una enfermedad crónica. También tenemos que educar a todos los profesionales de salud para que ellos entiendan y comprendan que la obesidad es una enfermedad crónica y que necesita tratamiento basado en evidencia“.

“La gente no elige comer más”

Los pilares que los expertos esperan poder implementar en el sistema de salud pública serían la terapia de comportamiento, tratamientos psicológicos, farmacológicos y también la cirugía bariátrica, dice Ramos.

Sobre la parte psicológica de los tratamientos, explica que son prioritarios porque tener una enfermedad crónica también trae efectos en la salud mental, como el estrés, por ejemplo.

“Las personas que viven con obesidad son estigmatizadas constantemente por su peso y eso empeora su salud, independientemente de la obesidad de la persona. O sea que sabemos que las experiencias sesgadas, el estigma, la discriminación que los pacientes o las personas con sobrepeso experimentan, también causan problemas psicológicos y mentales”, asegura.

En la misma línea, hace énfasis en un término médico que se conoce como “brain set point weight”, que en español se refiere a los ajustes o la forma en que el cerebro se adapta a un cuerpo con obesidad.

“Hay un sistema en el cerebro que ya recuerda tu peso más alto y cada vez que una persona trata de hacer una dieta para bajar de peso, el cuerpo automáticamente trata de defender su peso y manda un montón de hormonas que resisten la baja de peso. O sea que esto no se trata de fuerza de voluntad de una persona solamente“, plantea.

La gente no elige comer más, no elige comer mal, no elige hacer menos ejercicio, hay cosas que están fuera del control de una persona con obesidad”, explica.

De la reunión donde se discutirán estos temas, que se llevará a cabo el 13 de diciembre en la Universidad del Desarrollo (UDD), la doctora Ximena Ramos espera que finalmente se llegue a un acuerdo de compromiso para comenzar a implementar medidas sistemáticas en Chile para tratar la obesidad crónica.

“Yo creo que no vamos a solucionar todo, pero por lo menos llegar a un compromiso para trabajar juntos para poder desarrollar un mejor ecosistema para el manejo de la salud y para implementar la guía clínica de práctica para el manejo de la obesidad en adultos”, comenta.

“Yo sé que no podemos hacer todo al mismo tiempo, pero hay grupos que están abogando por programas específicos que tal vez no van a costar mucho dinero y no van a costar tanto esfuerzo. Ya estamos usando cosas que ya existen, que las podemos amplificar un poco para poder hacer priorización de gente que necesita esta ayuda”, agrega.

Lo ideal, explica Ramos, sería poder desarrollar un plan piloto, así después los expertos podrían evaluar los resultados de este piloto y determinar cómo amplificar esos métodos. “También podemos hacer estudios para estratificar las poblaciones que están en alto riesgo”, señala.

“Eso no se trata solamente del gobierno que tiene que actuar, sino que todos los grupos tienen que actuar, las universidades, los científicos, los políticos, las organizaciones no gubernamentales que tienen que empezar a educar a los pacientes. Hay una falta de conocimiento de la obesidad como una enfermedad crónica en la población de personas que viven con obesidad. La mayoría de esas personas piensan que la obesidad no es una enfermedad crónica, sino que es un estilo de vida y que ellos tienen que manejar su peso por sí mismos“, reitera.

Además, medidas como estas no sólo combatirían la obesidad, enfatiza la doctora. “Una persona puede tener obesidad, pero también puede tener diabetes e hipertensión. Y si tratamos la obesidad en esa persona, tal vez esa persona no va a necesitar tratamiento para la diabetes ni la hipertensión porque la obesidad es la causa de esas otras enfermedades crónicas“.

“Entonces ignorar el tratamiento de la obesidad también está causando más costos al sistema de salud, porque estamos tratando las enfermedades que están causadas por la obesidad, como la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto, todas esas cosas están relacionadas”, concluye.