Los lunares de carne son protuberancias que crecen en las zonas del cuello y axilas. No son malignas, pero aún así, pueden extirparse con especialistas.

Los lunares son más comunes de lo que piensas, al igual que aquellos denominados de ‘carne’, los cuales aparecen a lo largo del tiempo. ¿Serán peligrosos para la salud?.

Al momento de nacer puedes traer uno que otro algún lunar, pero también están aquellos que salen con el tiempo, especialmente en las zonas del cuello y axilas, que mal llamamos, lunares de carne.

Qué son los lunares de carne

Estos lunares, son en realidad acrocordones,protuberancias de piel que suelen ser inofensivas y no cancerosas, indica el sitio Alemana Seguros.

Lo que si, en cierta medida, producen molestia, pues suelen crecer en zonas como las axilas, cuello, párpados y surco mamario, indica Clínica Alemana.

“A veces sangran, arden, pican o incluso pueden desprenderse accidentalmente debido a movimientos bruscos“, indica el sitio Univision.

Además, según la Clínica Alemana, los lunares “sobresalen de la superficie cutánea, pueden tener un tallo pequeño y delgado que conecta estas dos áreas. Miden aproximadamente tres milímetros de diámetro, son blandos, móviles y asintomáticos, pero se pueden torcer sobre sí mismos, inflamar y doler”, se explica.

Causas y consecuencias

Ambos sitios mencionados indican que el origen de estos lunares no se ha determinado con seguridad, sin embargo, María Soledad Aspillaga, dermatóloga, indicó para Clínica Alemana que el crecimiento de la piel sobresaliente podría alertar de ciertas patologías.

“Hay que considerar que estos pueden alertar sobre un desbalance hormonal”, explicó.

A ello agregó que, cuando se producen en “grandes cantidades o sobre una base de piel más café y gruesa, se puede sospechar de problemas asociados a la glucosa u otras enfermedades“.

Además, Claudia Moreno, dermatóloga de Clínica de Dermatología Estoril, explicó para BiobioChile que los acrocordones, “pueden estar asociados a una condición médica de la resistencia a la insulina o una condición metabólica“.

Además, por su parte, la pagina web, Alemana Seguros, informa sobre posibles teorías del crecimiento de estos lunares.

– La fricción entre la piel, la ropa o accesorios puede crear el desarrollo de lunares de carne, especialmente en áreas como el cuello, donde la piel tiende a doblarse o enrollarse.
– La genética puede desempeñar un papel en la formación de las protuberancias
– Durante el embarazo, algunas mujeres pueden experimentar la formación de los lunares por cambios de hormona y peso.
– Las personas con obesidad o sobrepeso podrían desarrollarlo en áreas con pliegues cutáneos.
– Producto de la vejez y la elasticidad de la piel, podrían formarse estos tipos de lunares.

Chequeo con especialistas

Si bien los lunares de carne son, en su gran mayoría, inofensivos, de igual manera es recomendable tratar con un especialista que asegure esta condición. Y de la misma forma, debe ser para removerlos.

Estas protuberancias “se pueden cortar y quemar con electro bisturí o en algunos casos también se pueden hacer crioterapia“, los cuales deben hacerse por un especialista, explicó Claudia Moreno.

Además, es importante considerar que, en algunas ocasiones,”existe una torsión del tallo del ‘lunar” que frena la irrigación sanguínea y deja de llegar nutrición al resto de las células, por lo que puede producir un traumatismo y una eventual necrosis con dolor, e incluso, sangramiento”, explicó para BiobioChile, Héctor Fuenzalida, dermatólogo IntegraMédica.

“Es fundamental que un profesional de la salud calificado realice una evaluación para descartar cualquier otra afección cutánea y proporcionar un diagnóstico preciso“, indica el sitio web Clínica Alemana.