¿Has tenido dolor de garganta, tos, carraspera o la sensación de tener algo en la faringe? Entonces puede que sufras de faringitis crónica, una inflamación e irritación de la mucosa que reviste la faringe. Este tipo de faringitis comprende cualquier inflamación en la zona, sea su causa interna o externa.

Sin embargo, existen varios tipos de faringitis crónica, dependiendo de la gravedad de la sintomatología y se puede tratar siempre y cuando el diagnóstico sea adecuado y ajustando el estilo de vida para que el paciente pueda evitar tanto como sea posible a los agentes desencadenantes, según detalla el sitio del Instituto de Otorrinolaringología de Madrid.

Aunque no existe una única causa de la faringitis crónica, esta se ha relacionado a diversas situaciones adversas como el calor o frío excesivo, sequedad ambiental, irritantes externos como polvo, humos, abuso de vasoconstrictores nasales o de tabaco, respiración bucal, trastornos hormonales como menopausia o hipotiroidismo, cirugía previa de extirpación de las amígdalas, envejecimiento, entre otras.

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Formas de detectarla

El diagnóstico de este tipo de faringitis se fundamenta en la historia clínica y en la exploración del paciente, ya que algunos síntomas crónicos y situaciones empeoran el cuadro patológico, lo que podría hacer sospechar que se trata de esta enfermedad.

En muchas ocasiones es útil realizar algunas pruebas de laboratorio que ayudan al médico a catalogar la gravedad del cuadro y a prevenir posibles complicaciones, como por ejemplo un hemograma, velocidad de sedimentación globular, o determinación del nivel de antiestreptolisinas (anticuerpos que protegen de una bacteria producida por una enzima llamada estreptolisina).

Una vez hecho este tipo de exámenes, se puede comenzar a concluir en el tipo de faringitis que se tiene, la cual se clasifica en:

1. Crónica simple: Se caracteriza por causar una mucosa faríngea evidentemente inflamada e irritada. Además, se presenta tos irritativa, carraspera, sensación de tener un objeto extraño en la faringe, incomodidad al tragar comidas y bebidas, enrojecimiento de los tejidos.

2. Crónica granulosa: Hay inflamación e irritación común, se denota una mucosa granulosa debido al agrandamiento del tejido linfático de la faringe, aumenta la sensación de tener un objeto extraño en la garganta, así como mayor dificultad para tragar con dolor añadido y necesidad de carraspeo.

3. Crónica Seca: Los síntomas anteriores junto con la atrofia de la mucosa de la faringe, la cual se vuelve seca y brillante. Además, se sufre de la aparición de una mucosidad viscosa sobre los tejidos de la faringe y existe la posibilidad de desarrollo de laringitis o rinitis.

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Tratamientos

En las faringitis crónicas, que no tienen un componente infeccioso, los tratamientos habitualmente empleados como los complejos de vitaminas, mucorreguladores, ungüentos o pomadas nasales, pueden producir un alivio de los síntomas.

En estos casos suele ser recomendable evitar los ambientes que son muy secos, con humos y aquellos factores que empeoran los síntomas como alimentos fríos o calientes, aire acondicionado o calefacción excesiva.

Cuando las infecciones faringo-amigdalinas se cronifican, aparecen repetitivamente, o han generado complicaciones graves, puede hacerse necesario el tratamiento quirúrgico y que el paciente precise de una adenoidectomía, una amigdalectomía o ambas simultáneamente, según explica el sitio de la Clínica Universidad de Navarra.

Además, los síntomas se pueden contrarrestar con el uso diario de tratamientos naturales a base de salvia, manzanilla, soluciones salinas y gargarismos alcalinos.