Este 14 de diciembre, viviremos un nuevo eclipse solar total en Chile, fenómeno en que la luna se posicionará entre la Tierra y el sol. Si bien será visible en todo el territorio nacional, sólo en la Araucanía se verá en un 100%. En tanto, en Concepción la visibilidad será de un 94% y en Santiago de 80%.
Sin embargo, es importante que quienes quieran disfrutar de este eclipse, lo hagan con todas las precauciones necesarias para evitar daños oculares, por lo mismo Felipe Valenzuela, coordinador de oftalmología de Clínica Universidad de los Andes, entrega algunas recomendaciones para evitar posibles lesiones:
– No mirar nunca al sol directamente (con o sin eclipse).
– Usar anteojos especiales que tengan filtro que bloquee radiación solar infrarroja y UV. Estos deben cumplir con la norma y tener rotulado ISO 12312-2.
– Verificar que los anteojos estén en perfectas condiciones.
– Observar el eclipse sólo por periodos cortos, haciendo pausas entremedio.
– No mirar a través de cámaras fotográficas, smartphones, binoculares, telescopios, anteojos de
sol tradicionales ni radiografías, ya que ninguno de estos dispositivos tiene filtro solar.
– Los niños tienen que ser supervisados siempre por un adulto, el que debe poner énfasis en el uso de los anteojos correspondientes y en las pausas.
Daños de la radiación solar en los ojos
Estos consejos se deben aplicar siempre, no sólo para un eclipse, ya que, al mirar el sol en forma directa por tiempo prolongado, la radiación puede producir alteraciones en distintas estructuras del ojo.
La consecuencia más grave es el posible daño en la retina, específicamente en la mácula, que es el centro de ésta, donde se concentra la mayor capacidad visual.
También es posible que se produzca irritación en la superficie del ojo, llamada queratitis actínica, que se maneja con lubricación ocular, así como también se podría acelerar la formación de cataratas, lo que requiere evaluación por un especialista para determinar el tratamiento a seguir.
El especialista aconseja consultar ante:
– Signos de irritación de la superficie ocular (ojo rojo, dolor ocular, fotofobia).
– Baja visión o visión borrosa.
– Alteración en la percepción de colores.
“Cuando se produce un daño en la retina, este es potencialmente irreversible, por lo que la prevención es lo más importante, y una pronta evaluación ante la sospecha de que se haya generado algún daño en las estructuras del ojo”, concluye Valenzuela
Cómo elegir los lentes
Para elegir correctamente los lentes, es importante revisar que cuenten con la norma ISO 12312-2 o la certificación del British Standards Institute en la parte interna, donde además se indica la forma en la que se deben guardar y utilizar.
Los lentes ISO 12312-2 cuentan con un filtro que reduce el brillo del sol a un nivel más seguro y además bloquea la radiación ultravioleta e infrarroja.
Por su parte, la Sociedad Astronómica de Estados Unidos también recomienda revisar el filtro solar antes de usarlo; ver si está rayado, perforado, rasgado o tiene cualquier otro daño. De ser así, es mejor no utilizarlo.
También aconseja que antes de quitarte los lentes, te des la vuelta y recién ahí te los saques, para no exponerte.