Señor Director:

En Santiago, se ha vuelto costumbre que los viajes cotidianos deban replanificarse debido a lamentables intentos de suicidio en las vías del Metro. Estos hechos no solo evidencian la gravedad del problema de salud mental en nuestro país, sino también la falta de medidas preventivas por parte de Metro de Santiago.

Los datos históricos muestran que existe una estacionalidad en el aumento de estos sucesos: primavera, Fiestas Patrias o días soleados no siempre son percibidos positivamente por personas que atraviesan dificultades de salud mental. Por ello, resulta inaceptable que las respuestas sean únicamente reactivas frente a hechos que, en gran medida, son predecibles.

El ejemplo de Costanera Center resulta ilustrativo. Antes de instalar sus barreras de seguridad, se incorporaron medidas preventivas como guardias estratégicamente ubicados y teléfonos de ayuda psicológica. Si bien estas acciones no eliminan completamente el problema, sí lograron disminuir la ocurrencia de tragedias.

Estamos hablando de vidas humanas, no de simples retrasos operacionales. Urge implementar medidas proactivas y predictivas.

Ignacio Estay Santander
Estudiante de Ingeniería Civil Industrial
Magíster en Gestión de Operaciones
Universidad de Chile

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile