Nos encontramos en un momento clave: hace muy poco firmamos un Acuerdo por Valparaíso para impulsar una ampliación portuaria que ayude a nuestra ciudad a reactivar su economía y sea un motor de desarrollo para todas sus vocaciones e intereses, además de potenciar esta región como “portuaria” junto a comunas como San Antonio, Quintero y el puerto seco de Los Andes.

Estamos iniciando una nueva etapa. Una donde debemos trabajar en forma colaborativa, con el horizonte puesto en llegar a los 500 años de Valparaíso como una mejor ciudad.
El Acuerdo -que firmamos junto al alcalde, el gobernador, los trabajadores portuarios, los gremios, los vecinos y vecinas, las universidades, parlamentarios y dirigentes sociales- destaca por su transversalidad. Recoge, además, un consenso donde todos fuimos capaces de ceder una parte de nuestros intereses para apuntar al bien común.

Hay sectores que seguirán en oposición al proyecto pues sienten que sus visiones no están plenamente incorporadas. Pero alcanzar el Acuerdo entregado al Presidente Boric implicaba poner a la ciudad por delante de visiones e intereses particulares. Queda mucho camino por delante, incluidas evaluaciones ambientales donde existen espacios para eventuales mejoras.

El Acuerdo por Valparaíso refleja el propósito de trabajar juntos para alcanzar ciertos objetivos. Primero, nos hemos comprometido con el municipio y el gobierno regional a explorar mecanismos que permitan aumentar los aportes económicos a la ciudad y la región y que representantes de sus autoridades participen en el directorio de la empresa, como ocurre en muchos países desarrollados.

Segundo, la ampliación del puerto será en el espacio protegido por el molo de abrigo, pero reducirá su extensión y se complementará con una nueva área de acopio en el sector San Mateo.

Tercero, impulsaremos la construcción de un muelle para cruceros que potencie el turismo, el que en algún momento fue postergado por su costo. Pero hoy, podemos sacarlo adelante permitiendo transferencias de carga general cuando no haya cruceros, priorizando siempre naves turísticas. Se ubicará cerca del Terminal de Pasajeros.

Cuarto, pero fundamental para el Acuerdo. En los diálogos surgió muy clara la necesidad de las personas de fortalecer su vínculo con el mar. Si bien como puerto solo administramos un poco más de 2 kilómetros -el borde costero urbano tiene 11 km-, podemos proponer una mirada estratégica para la integración de las obras en construcción (Parque Barón, mejoramiento del paseo Wheelwright), las que están en desarrollo (Caleta de pescadores en Roca la Baja, remodelación playa Las Torpederas, Muelle Prat y futuro Port Center) y las que se puedan priorizar en un Plan Estratégico de Borde Costero que se elaborará con participación y consulta ciudadana.

Con este acuerdo estamos dejando atrás años de controversias, desencuentros, pesimismo e incertidumbre respecto del futuro. Estamos dibujando una ciudad posible y nos comprometemos a potenciarla en conjunto con el Estado, con las autoridades locales y la comunidad.

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile