La discusión pública sobre el sueldo mínimo se ha tomado las principales portadas de noticias, siendo este, además, uno de los factores por los cuales las postulaciones laborales han bajado en los últimos meses, haciendo compleja la tarea de las organizaciones a la hora de llenar sus puestos de trabajo.

De hecho, la Encuesta Nacional de Demanda Laboral (Enadel 2021) publicada por el Observatorio Laboral del Sence en 2021, evidenció la falta de postulantes para cubrir puestos de trabajo, con cerca de un 83% de las empresas que aseguró tener dificultades para llenar algunas de las vacantes que generaron durante los últimos 12 meses.

Esta es una realidad que preocupa al empresariado, y con justa razón. Sin embargo, una de las formas que tienen las organizaciones de hacer frente a este escenario, es por medio de la capacitación laboral.

La visión de las empresas respecto de los procesos de formación de capital humano ha tomado hoy también una estrategia de reclutamiento, y una forma de dar un respiro a las compañías a la hora de conseguir las personas adecuadas para sus vacantes.

Es por ello que, hoy más que nunca, debemos ver la capacitación como una inversión más que como un gasto. Sin ir más lejos, entre sus ventajas se encuentran mayor productividad por parte de los colaboradores, un incremento en la rentabilidad de la empresa, la disminución en la necesidad de supervisión de trabajadores, y por consiguiente, estabilidad en la compañía.

Una buena noticia es que las nuevas tendencias de capacitación presentes en el país, han puesto su enfoque en grupos de mujeres, especialmente en aquellos oficios que por largo tiempo han sido ocupados por hombres, como por ejemplo, operadores de grúa horquilla, ceramistas, yeseros, electricistas, gasfitería, entre otros. Con ello, poco a poco toma fuerza la reconversión laboral de adultos mayores, dado que una buena cantidad de personas senior están dispuestas a seguir trabajando y a poner a disposición de las empresas la experiencia de sus años.

Lo anterior es posible de hacer a través de la Franquicia Tributaria. Los precontratos permiten formar personas cesantes y/o de la población más vulnerable, entregando a las organizaciones la posibilidad de contar con trabajadoras y trabajadores calificados al momento de su incorporación a la organización. En ese sentido, es una muy buena instancia para que las empresas puedan ejercer su rol de Responsabilidad Social reconvirtiendo y desarrollando el capital humano, disminuyendo las brechas de género, incrementando las oportunidades laborales y mejorando la calidad de vida de las personas que más lo necesitan.

Tomando en cuenta lo anterior, además de las leyes que están sobre la mesa en materia de trabajo y que puedan ayudar a revertir las deficiencias del mercado laboral, se hace necesario insistir en la importancia de la capacitación laboral, no solo porque ayuda a las empresas a alivianar la carencia de personal, sino que además aportan al desarrollo de habilidades en las personas en áreas de mayor demanda, algo tan necesario en el presente y de cara al futuro.

Finalmente, a través de procesos formativos, somos capaces de ofrecer mayores opciones de encontrar un trabajo y que, además, pueden ser mejor remunerados, dando una mano a los bajos salarios y a las preocupantes cifras de desempleo presentes en el país.

Carla Aravena, directora de Adecco Training.

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