Esta comisión presidencial tiene que servir para hacer visible lo que muchos prefieren ocultar, que hay una parte del país que ha sido abandonada, y que ese abandono tiene nombre, rostro y territorio: Parinacota.
En representación de nuestras municipalidades de la región, agradezco —con respeto pero sin ilusiones— la invitación del Presidente Gabriel Boric a la instalación de la Comisión Presidencial por el centenario del Tratado de Lima, Arica 100. Esta instancia debería servir para reflexionar no solo sobre lo que fue, sino sobre lo que está siendo: un altiplano chileno abandonado, ignorado y traicionado por el mismo Estado al que se le prometió lealtad.
El abandono en Parinacota
Nuestra región está compuesta por dos provincias: Arica y Parinacota. Pero a juzgar por la manera en que se nos trata, pareciera que solo existe una. Arica concentra más del 95% de la población, sí, pero eso no justifica que Parinacota siga siendo una sombra, una zona de sacrificio, un territorio desechable en las relaciones con Perú y Bolivia.
No olvidemos que si hubieran prosperado las negociaciones con Bolivia en 1975, Visviri y gran parte de nuestra comuna de General Lagos hoy serían territorio boliviano. Y muchos se preguntan si allá tendríamos los niveles de pobreza que angustian a mi comuna. Porque la verdad es que mientras nuestras comunidades denuncian hace años el robo constante de aguas por parte de Perú —extracción ilegal, clandestina, arbitraria—, el Estado chileno simplemente mira para otro lado. ¡Un robo a plena luz del día!
¿Dónde están las acciones diplomáticas? ¿Dónde están los defensores de nuestra soberanía? Esta complicidad por omisión es una traición a los que dieron la vida en la Guerra del Pacífico. Y lo decimos con claridad: ¡es una vergüenza nacional!
Nos prometieron desarrollo con el Plan Parinacota. El resultado está a la vista: nuestra provincia se vacía a pasos acelerados. Mientras Palca y Charaña, al otro lado de la frontera, ya tienen servicios básicos, electricidad y conectividad, en General Lagos seguimos esperando. En pleno 2025 sin agua, sin internet, sin Estado.
La realidad es que a nuestros pueblos los están reemplazando otros. Parinacota se está despoblando y la ocupación informal de población extranjera ya no es amenaza, es una realidad. Lo hemos dicho y lo seguiremos diciendo: somos tratados como chilenos de tercera categoría. Y si esto sigue así, pronto quedarán muy pocos para decirlo.
Arica 100: no solo un acto simbólico
Esta comisión presidencial tiene que servir para hacer visible lo que muchos prefieren ocultar, que hay una parte del país que ha sido abandonada, y que ese abandono tiene nombre, rostro y territorio: Parinacota. No somos una nota al pie en los tratados. Somos Chile. Somos los que sostienen la soberanía cuando el resto del país se olvida que aquí hay frontera.
La conmemoración del centenario del Tratado de Lima no tiene sentido si no se transforma en un punto de inflexión: para reparar, para invertir, para hacer justicia territorial. No más diagnósticos. No más planes que mueren antes de nacer. Exigimos un plan de desarrollo integral, con pertinencia territorial real, que entienda que las comunidades aimaras no son habitantes de segunda ni tercera clase.