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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En la formalización por la muerte de Francisco Albornoz, el médico ecuatoriano Christian González apuntó al chef chileno José Miguel Baeza por los hechos en Ñuñoa, donde se menciona consumo de drogas y quema de pertenencias. Ambos quedaron en prisión preventiva por homicidio simple. En su declaración, González detalló coordinación para el encuentro, consumo de cocaína y cómo ocultaron el cuerpo de Albornoz en una quebrada tras quemar sus pertenencias.

Luego de la formalización de los imputados por la muerte del técnico en farmacia, Francisco Albornoz, se conocieron detalles de la declaración del médico ecuatoriano, quien apuntó al chef chileno por los hechos ocurridos la noche del 23 de mayo, en su departamento de Ñuñoa, donde presuntamente hubo consumo de drogas y quema de las pertenencias del joven fallecido.

Cabe señalar que ambos detenidos, de 31 y 43 años, quedaron en prisión preventiva el sábado pasado, tras ser formalizados por homicidio simple, calificación jurídica del Octavo Juzgado de Garantía, a diferencia de lo expresado por la Fiscalía, que les imputa un homicidio calificado.

Fue el medio Chilevisión el que entregó detalles de la declaración del médico ecuatoriano, Christian González, quien se refirió al chef chileno, José Miguel Baeza, como alguien que se presentó como Kai y a quien conoció el 3 de abril mediante la aplicación Grindr. Ese mismo día, tuvieron un encuentro sexual en la comuna de Ñuñoa.

“En las conversaciones, Kai me dio datos de personas a las que yo le podía comprar diversos tipos de drogas. También recuerdo que me dijo que tenía una especie de fantasía en el sentido de estar con alguien más joven“, aseguró el médico.

Coordinación para el encuentro en el que participó Francisco Albornoz

Según Christian González, el chef le escribió el 19 de mayo para verse el 23 del mismo mes. “En dicha conversación nos coordinamos para que en total fuéramos tres las personas que nos juntáramos en el departamento“, detalló.

Posteriormente, “Kai” le habría dicho que se “consiguió una persona”. Sobre Francisco, le envió una foto parcial de su rostro y le comunicó que tenía 25 años. “Me propone juntarnos los tres a las once de la noche el día 23 de mayo en mi departamento de la comuna de Ñuñoa, a lo que yo accedí”, relató.

Ese día, el chef le dijo al médico que llevaría “cocaína, limones, paños y plástico“. A las 21:15 horas de esa misma jornada, el imputado ecuatoriano fue hasta avenida Bustamante para comprar cuatro bolsas de cocaína por $35 mil.

Incluso, según el citado medio y de acuerdo con la información de una persona que estuvo presente en la formalización de cargos, se apunta a una planificación. En un diálogo entre el médico y el chef, este último dice: “aquí ya tenemos uno“, haciendo referencia a llevar cloroformo y drogas como marihuana.

“Recuerdo que Kai señaló que no le dijéramos al tercer chico (Francisco Albornoz) que íbamos a consumir droga. Yo me molesté y le dije que no continuara con este encuentro, sino hasta que le dijéramos al tercer chico qué es lo que se iba a consumir”, afirmó.

El deterioro en la salud del joven fallecido

El médico declaró que se sintió mareado y vomitó tras consumir excesivamente cocaína. Además del deterioro por las sustancias, relató que el chef le dijo que Francisco Albornoz “había convulsionado“.

“Yo no sentí las convulsiones del tercer chico“, sostuvo, junto con agregar que lo vio convulsionar un poco, que le vio los labios morados y no le sentía el pulso.

“Recuerdo que lo puse en el piso al lado de la cama (a Francisco), lo sostuve y le dije a Kai que llamara a la ambulancia. Pero Kai me repetía continuamente que él no debía estar en mi casa. Me decía textual: ‘no debo estar acá’, me dijo que se iba a ir a prisión. Yo le insistí que llamara a la ambulancia, pero Kai me decía, no puedo“, relató.

Christian González expresó que le realizó RCP a Francisco Albornoz entre 20 y 30 minutos. En ese contexto, el chef le habría insistido en que debía irse y que “había que ocultar el cuerpo, que había que dejarlo en algún otro lugar“.

El proceso para abandonar el cuerpo

El imputado chileno le habría preguntado al médico ecuatoriano si tenía una silla de ruedas o algo para mover el cuerpo. Luego, Christian González fue a su bodega a buscar una maleta azul de 25 kilos. Así fue como también subió con un carro de supermercado por el ascensor hasta el piso 18 del edificio en Ñuñoa.

“Bajamos por el ascensor al piso menos dos. Llegamos al auto, colocamos el cuerpo en el maletero. Las maletas y la bolsa en el asiento trasero. Fue a las 4:30 de la mañana, aproximadamente. Solo manejé por inercia. Kai me guió hasta donde tenía que ir”, declaró.

También compró un galón pequeño de bencina para quemar las pertenencias de la víctima. Luego de conducir hacia el sur por la Ruta 5 Sur, el chef encendió un tubo de papas fritas con el celular de Francisco Albornoz en su interior.

Así llegaron al Mirador Lo Moscoso, lugar donde arrojaron el cuerpo del técnico en farmacia a una quebrada del sector.

“Conduje mi auto hasta la tienda Sodimac de San Fernando (…) compré dos sogas (…) además un par de guantes, ya que Kai me dijo que era yo quien debía bajar por la quebrada y mover el cuerpo para que no se viera de arriba”, manifestó.

El médico ecuatoriano bajó y ocultó más el cuerpo. En esa instancia, el chef chileno le envió mensajes por WhatsApp para simular una situación distinta, a las 19:40 horas del 24 de mayo. “Yo le escribo de vuelta: ¿subo? Ya que yo estaba abajo, al lado del cuerpo de Francisco“, reveló.

Después, Christian González condujo hasta Rengo, siguiendo las instrucciones del chef, para ir a la casa de sus padres.

“Al llegar, Kai sacó todas las bolsas, la maleta que tenía dentro la mochila de Francisco. Además, sacó de mi auto la bencina que estaba en el galón de color blanco. Kai me sacudió el pantalón, ya que lo tenía muy sucio, y luego me abrazó y me dijo que no dijéramos nada“, declaró.

Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia dicte sentencia en su contra.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)