Cada cierto tiempo aparecen denuncias en redes sociales de personas que acusan haber sido drogadas en bares o discotecas con sustancias suministradas en los tragos. Las sospechas suelen apuntar a la escopololamina, más conocida como “burundanga”, cuya forma de suministrar y posibles efectos se han esparcido como mito urbano.

Si bien las denuncias por estas situaciones suelen originarse en lugares de esparcimiento, durante la semana pasada aparecieron casos de mujeres jóvenes que dicen haber sido drogadas en el Metro de Santiago.

Pero ¿qué es la escopolamina? Boris Duffau, jefe del Subdepartamento Sustancias Ilícitas del Instituto de Salud Pública (ISP), indicó a BioBioChile que se trata de un alcaloide “que se extrae de ciertas plantas como el Helenio, Chamico o el Floripondio”, cuyo efecto es la “sumisión química para poder cometer algún tipo de delito”.

Denuncias

Una de las denunciantes del Metro es una joven de 22 años, estudiante de Informática Biomédica en el Duoc, que prefirió mantener su identidad en reserva. Según relató, el episodio ocurrió cerca de las 17:00 horas del viernes pasado, cuando se dirigía al instituto desde estación Santa Ana.

“Iba bajando por la escalera y pasa por el lado un hombre que me toma la mano, yo lo suelto y él sigue caminando hacia adelante. Me dio asco y me alerté un poco, pero nunca pensé que sería eso”, sostuvo.

Cuando el tren iba entrando a Baquedano, la joven sintió algo inusual:”Perdí la conciencia, no me desmayé, pero fue como que olvidé lo que estaba haciendo ahí”.

La estudiante indicó que ya por Irarrázaval se sintió mejor, pero decidió contarle lo que le había pasado a una mujer que iba parada cerca para pedirle que por favor estuviera atenta en caso que le ocurriera algo, aún temerosa por la extraña sensación.

En ese momento aprovechó de avisarle por WhatsApp a sus amigos, quienes la fueron a esperar al Metro. Al bajar, sintió debilidad en piernas y brazos, presentando dificultad para caminar, además de mucha sed.

Tras llegar a su casa tomó contacto con la PDI, desde donde le dijeron que la droga sólo duraba una hora en el torrente sanguíneo, por lo que ya no era posible someterse a exámenes.

Otro caso es el de Javiera Farfán, quien el mismo día publicó que “hoy estaba esperando el metro y me cayó algo en el pelo, me empecé a revisar qué era pero no tenía nada, no pesqué mucho y me subí al metro”.

“Ya llegando a Santa Ana mis piernas se empezaron a dormir, después mi cuerpo entero, ahí ya me asuste y empecé a tiritar mucho, todo mi cuerpo tiritaba, así que decidí bajarme altiro (…) Me bajé en Cal y Canto, me fui donde unos guardias y llamé altiro a mi mamá, no sé cómo lo hice por qué no podía ni hablar”.

¿Es posible la intoxicación por contacto?

Desde el ISP son categóricos al señalar que la “escopolamina tiene muy poca absorción por la piel, así que no sería posible poder someter a una persona sólo con el hecho de tocarla, o tocarla con un papel impregnado con la sustancia y provocarle una sedación”.

Sobre cómo provoca el efecto, el experto sostuvo es a través de la “sedación, o una amnesia anterógrada, es decir la persona no recuerda lo que pasó previo al uso de la sustancia cuando se consume por vía oral, por ejemplo en bebidas, o en cápsulas”.

Esta vía explicaría lo ocurrido a una joven de Las Condes. Su alcalde, Joaquín Lavín, dio a conocer un caso ocurrido en su comuna donde una mujer acusa haber sido drogada con burundanga en un bar. Según relató el jefe comunal, la afectada pierde el conocimiento y lo recobra al interior de un taxi, donde se percata que le habían sustraído sus tarjetas bancarias.

Más tarde, se da cuenta que habían realizado giros por $300 mil y que había sido violada. Lavín señaló que este caso está siendo investigado y llamó a tomar precauciones como no separarse cuando se sale en grupo.

Si no es “burundanga”, ¿qué podría ser?

Patricio Navarro, del Departamento de Investigación de Sustancias Químicas de la PDI, indicó que si bien en redes sociales estos casos suelen asociarse rápidamente a la escopolamina, hay “otras sustancias que pueden producir los mismos efectos, que se utilizan con un mismo fin: delitos sexuales o económicos“.

Además, enfatizó en la dificultad de conseguir burundanga a nivel ilícito, por el complejo mecanismo para obtenerlo. En esa línea, indicó que -por ejemplo- “una sobredosis de clonazepam más alcohol puede producir los mismos efectos”.

Por su parte, Leonel Rojo, experto en toxicología y académico de la Universidad de Santiago, indicó que efectos como el debilitamiento de piernas podría deberse a anestésicos generales inhalantes.

¿Qué hacer en caso de intoxicación?

Duffau del ISP sostuvo que “en el caso que se sospeche una intoxicación por escopolamina, lo importante es concurrir rápidamente a un servicio de urgencia, porque puede ser una intoxicación aguda”.

“Hay que considerar que por vía oral una dosis tóxica es de 1 gramo de escopolamina”, detalló.

Ante una situación de este tipo, desde la PDI advirtieron la necesidad de “cursar las respectivas denuncias y tener un examen toxicológico de la persona afectada”.