Tras siete meses de la detención de Joane Florvil, su esposo y padre de su bebé, Wilfrid Fidele, conversó sobre sus motivos para venir a Chile y cómo ha sido la vida desde ese día.

Wilfrid contó a Qué Pasa que decidió venirse a Chile luego que Joane lo llamó un día llorando y le contó que estaba embarazada. Antes, por las fotos que le enviaba, había visto cómo desde su llegada había comenzado adelgazar y se veía cada vez más triste.

Joane había sido enviada a Chile por su familia, quienes rechazaban su relación por considerarlo mujeriego y bebedor, cosas que Wilfrid reconoce. Según los padres de la joven, si realmente la amaba viajaría tras ella, como finalmente hizo tras vender todas sus cosas para tener el dinero suficiente.

“Cada vez que miro a mi hija, pienso en Joane, en la vida y en todo lo que me ha pasado”, comentó a siete meses de perder a Joane, quien murió internada en el Hospital Clínico de la UC por una falla renal que no logran explicarse.

El día de la detención

Una de las complicaciones que tuvo el hombre de 35 años fue recuperar a su hija que quedo en el Sename tras la detención de Joane, debido a que no tenía documentos.

Todo habría comenzado cuando Florvil le presentó a un hombre chileno que les habló de una oportunidad de trabajo como jardinero en la Oficina de Protección de Derechos (OPD) de Lo Prado, quien estando en el recinto le robó la mochila con sus documentos al interior.

Joane, tras enterarse, fue junto a la pequeña Wildiana hasta la OPD para exigir explicaciones, pero la falta de manejo del idioma le impidió comunicarse.

En ese momento le habría pedido al guardia que cuidara a su hija mientras iba en búsqueda de alguien que pudiera traducir. Sin embargo, al llegar la niña ya no estaba y ella fue acusada de abandonarla, lo que terminó en su detención. Finalmente, tras la muerte de la joven, la Justicia la absolvió de la acusación.

Tras un tiempo luchando por su custodia, Wilfid pudo llevarse a su hija a la casa que compartía con su esposa en Cerro Navia.

Wilfrid y Wildiana

“Tuve que aprender de todo y no tuve tiempo de prepararme tampoco. En el Sename antes de pasarme a la bebé me hicieron un curso breve. Pero en realidad memorizo y sólo actúo: si hay que mudarla, entonces voy y lo hago”, relata sobre cómo ha sido aprender a cuidar su hija.

Consultado sobre dónde le gustaría que Wildiana creciera, sostiene que una vez que tenga 18 podrá decidir si quiere ir Haití, pero que si fue por él, preferiría que no fuera para allá.

Así, cuenta que no es bien visto en su país que alguien vuelva en una condición peor de la que salió, y él allá tenía un buen vivir, con casa propia y un negocio.

“Yo ya no tengo nada. Lo gasté todo para venir a Chile. Y aunque quisiera volver, volvería sin nada. Si tengo la oportunidad de irme a otro país con mejores oportunidades, lo haría, ni muerto me quedaría aquí. No estoy acostumbrado a quedarme encerrado. Es una prisión. Para mí y para una niña tan chiquitita”, comentó.

Wilfrid contó que tuvo miedo de volver a trabajar, porque “me habían dicho que si yo dejaba a la niña con alguien me la podían quitar”.

¿Arrepentido de venir a Chile?

“Muchísimo”. Así responde Wilfrid la pregunta sobre si está arrepentido de haberse venido a Chile: “Chile me enseñó todas las cosas malas que nunca viví en mi país. Aquí vivo en una pieza encerrado. Chile me enseñó la miseria“.

“Creo que todos saben que lo que ocurrió con Joane es un abuso. Y en ese sentido, yo sólo he estado esperando a que el gobierno responda por lo que hizo. Ellos cometieron un error que costó la vida de una persona. Y de eso ya se dieron cuenta” agregó el haitiano, quien sostiene que pese a todo, “estoy tratando de salir adelante”.

Consultado sobre su opinión del Sename, es claro en decir que no encuentra que sea este organismo el que tenga responsabilidad en todo lo ocurrido, sino quien “acusó a Joane de abandonar a la bebé en la OPD y que hizo que mi hija terminara en un hogar, lejos de ella”.

“Yo no estoy enojado ni molesto, pero lo que pasó nunca va a salir de mi cabeza. Nunca”, sentenció.