La validación legal del parentesco con seis primos, más la aparición de dos supuestos hijos, son los últimos hitos en la disputa por la herencia de Luis Antonio Bravo, quien falleció en Concepción el año pasado. En el caso ya habían surgido dos supuestos testamentos y un hombre que dijo haber sido acreedor del difunto.

7 mil millones de pesos están en medio de un conflicto tras la muerte de Bravo, que falleció sin hijos conocidos, después del deceso de su esposa en 2016.

Según La Tercera, en el último mes han surgido dos supuestos hijos. Estos serían Luis Alejandro Bravo Ponce y Rebeca Bravo Álvarez, en cuyos certificados de nacimiento aparece como nombre del padre Luis Bravo, sin mencionarse ni el segundo nombre, ni el apellido materno, ni el RUT.

Por otro lado, en una determinación que podría ser fundamental, la Corte Suprema reconoció el vínculo familiar entre Bravo con seis de sus primos maternos.

En un principio el Registro Civil los había descartado, pues según dicho servicio Bravo era un hijo ilegítimo.

Según su argumentación, la madre del hombre, Bertina Bravo, debió haber dejado consignado en una escritura pública el vínculo filiativo, pues según las normas de la época no bastaba con el certificado de nacimiento.

Así, al no existir vínculo acreditado entre Luis Bravo y su progenitora, sus primos no podían ser herederos.

Sin embargo, el máximo tribunal determinó que la interpretación del Registro Civil era errada.

“Pretender que, en definitiva, por no haber sido reconocido en forma expresa por su madre en una escritura pública, el causante aún mantendría la calidad de hijo ilegítimo, es un criterio que se aparta incluso de la letra de la ley vigente, en materia de filiación como de su espíritu, que persiguió terminar con las diversas categorías de hijos y, con ello, las discriminaciones a que daba lugar”, manifestó la Corte Suprema.

De esta forma, se ordenó al Registro Civil otorgar la posesión efectiva de los bienes de Bravo a sus primos, si es que se acreditan los otros requisitos legales.

Contexto | Agencia UNO
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Dos testamentos

En el caso ya existía un recurso, presentado por el abogado que ordenaba los bienes de Bravo, que aseguraba que estando a punto de morir en el Sanatorio Alemán de Concepción, el hombre había expresado que quería dejar sus pertenencias a la asesora del hogar Nélida López Ramírez y a tres familiares de su difunta esposa, Alejandro Piñeyro, Pedro Rivera, Pedro Cáceres y Octavia Dinelli.

Mas nunca quedó en un documento escrito esta voluntad, sino que sólo se habría expresado oralmente. Por ello se inició un proceso judicial para validar la supuesta intención de Bravo, el que se encuentra todavía en curso.

Además, una supuesta amante había asegurado que existía un testamento en el que Bravo la validaba como heredera. Sin embargo, el escrito no correspondía al señalado cuando se revisó con los datos entregados en el conservador de bienes.

Por ello, hoy la mujer está sin herencia e investigada por falsificación de instrumento público por el Ministerio Público.

También, un hombre, ciudadano australiano, alegó que Bravo le debía 1.723 millones. Pero más tarde se determinó que los pagarés presentados estaban con firmas falsas de la notaría.