Diversas reacciones generó entre autoridades y representantes de la pesca artesanal la determinación de cerrar la puerta a las empresas salmoneras que pretendían iniciar operaciones en la región del Bío Bío, por el perjuicio medioambiental que traerían la llegada de los centros de cultivo.

La medida adoptada en 2014 fue respaldada nuevamente por la asamblea de la Comisión de Uso del Borde Costero, pese a las solicitudes que aún existen para ubicarse al sur de Cobquecura y al norte de Tirúa.

En ese sentido, el intendente Jorge Ulloa remarcó que la decisión sólo aplica para los centros de cultivo, por lo que no descartó que se entreguen concesiones a otros proyectos acuícolas.

Sin embargo, la sesión también dejó varias dudas sobre la mesa a juicio de los dirigentes de la pesca artesanal, por la poca voluntad de las autoridades para establecer las zonas de pesca en la región.

Al respecto, Hugo Arancibia, presidente de la Ferepa, aseguró que es de suma urgencia por la amenaza que representan los privados y las gasíferas.

La comisión volverá a reunirse en las próximas semanas para debatir en torno a la zonificación regional, hecho que definirá las estrategias de desarrollo para el uso del borde costero.