Este lunes el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, resolvió condenar por abuso sexual a un almacenero de la ciudad. El sujeto cometió el delito durante el año 2016 de forma reiterativa, según la investigación.

Los magistrados Guillermo Cádiz Vatcky, Jovita Soto Maldonado y Luis Álvarez Valdés, reunidos después del debate de rigor y ponderando las pruebas rendidas, resolvieron condenar a Vicente Oyarzo, en calidad de autor del delito de abuso sexual, en grado de consumado.

“Para arribar a la antedicha decisión, el tribunal ha tenido en consideración el mérito de la prueba incorporada por el Ministerio Público, testimonial, pericial, documental y registro fotográfico del sitio del suceso, elementos de convicción que han sido de una entidad suficiente para tener por acreditada la existencia del ilícito reseñado como la participación punible que le correspondió al acusado”, detalla el fallo.

El veredicto se entregará el próximo viernes a las 13:15 horas. En este sentido, el fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson, se mostró conforme con el fallo, sin embargo adelantó que lo más probable es que el acusado cumpla una condena en libertad.

“Se dictó un veredicto condenatorio por unanimidad en cuanto a la responsabilidad de este imputado en un delito de abuso sexual que afectó a una niña de 8 años de edad a la época de ocurrencia de los hechos. Hay que destacar que la menor víctima declaró en el juicio, donde da cuenta de los hechos de haber sido víctima de este delito en este almacén de su población”, señaló Dobson.

“Se trata de una situación de abuso, en que la ley contempla una sanción de 3 a 5 años de cárcel, pero el imputado no tener condenas anteriores el tribunal podría otorgarle una pena de cumplimiento en libertad”, agregó.

Según detallaron desde la Fiscalía, los hechos ocurrieron durante el año 2016 y posteriormente la madre de la menor denunció que su hija había sido víctima del sujeto al momento de ir al almacén del barrio.

Desde el Ministerio Público están solicitando una pena de 3 años y un día, mientras que el condenado, al finalizar el juicio, alegó inocencia señalando que “en el negocio que trabajo con mi madre jamás se me ha pasado por la mente eso (…) Me declaro inocente y más no puedo hacer, la palabra de la niña contra la mía”.