Una mujer afectada por hipertensión arterial y fibrosis pulmunar, que sería único en la región, dice esperar modificaciones en la Ley Ricarte Soto para que incluya un millonario medicamento; pese a estar en el AUGE.

El caso afecta a Soledad Lara, quien padece de tales patologías y que debe viajar constantemente a Santiago al Instituto Nacional del Tórax porque en la región de Los Rios ni en el sur de Chile hay especialistas que puedan tratarla.

A tales gastos se suma el de los medicamentos que de por vida debe suministrase y, al estar ella en una etapa intermedia de la enfermedad, los remedios están cubiertos por la Ley Ricarte Soto por ahora.

Sin embargo, la enfermedad avanza y cuando agrave, necesitará un medicamento llamado Remodulin que cuesta 50 millones de pesos anuales, pero que no está cubierta por la normativa, pese a que es recomendado por el mismo Ministerio de Salud.

Soledad Lara llamó a que la Ley Ricarte Soto sea modificada e incluirlo y así permitirle vivir.

Ante la encrucijada de estar entre la vida y la muerte, también está la alternativa de trasplantes de pulmón y corazón, pero que siempre están condicionados a la disponibilidad de órganos, la compatibilidad de éstos con el receptor, proceso de adaptabilidad al organismo que lo recibe, y que aquella operación efectivamente sea exitosa.

Un riesgo que ella y otros pacientes en el país quieren evitar, apelando a la voluntad del Gobierno y de parlamentarios; personas que están reunidas en la Asociación Chilena de Hipertensión Pulmonar.

Incluso, Soledad Lara manifestó que una cooperativa financiera no activó un seguro, argumentando que se trataba de una preexistencia lo que no es así según aseguró.