La inseguridad e impunidad que se vive en la Macrozona Sur y en especial en la región de La Araucanía es insostenible. Los hechos de violencia se repiten constantemente, especialmente en los sectores rurales, donde los habitantes se ven obligados a restringir sus desplazamientos por temor a ser atacados. Los Carabineros, encargados por ley de mantener el orden y la seguridad pública, deben enfrentarse a tiros con grupos armados que, ocultos en los bosques, actúan sin temor. Mientras, el Ejército, desplegado bajo el Estado de Excepción, no ha podido contener la escalada de violencia y ha sido humillado por los atacantes.

La sensación de inseguridad e impunidad, derivada de los reiterados y constantes hechos de violencia que se registran en la Macrozona Sur se mantienen, particularmente en sectores rurales. En estos territorios, como medida de autocuidado, los desplazamientos se han restringido a lo estrictamente necesario.

Incluso en horario laboral, trabajadores que habitualmente brindaban auxilio a vecinos en Ercilla, en la región de La Araucanía, con visitas médicas, han sido atacados para robarles no sólo el furgón en el que se desplazaban, sino que sus propias pertenencias; siempre bajo amenaza de armas de fuego que proliferan en una zona en la que solo algunos pueden transitarTemucuicui.

En terreno y lejos del discurso oficial, la realidad, sin embargo, abofetea con fuerza. Carabineros, encargados por ley de mantener el orden y seguridad pública, deben asumir un rol que corresponde al Ejército, enfrentándose a balazos en zonas rurales a las que no se pueden entrar.

Los traslados de los uniformados deben hacerse a bordo de vehículos blindados y en convoy. El jefe de Zona de la institución policial en La Araucanía, general Manuel Cifuentes, detalló cómo se suceden los hechos.

“Cortaron árboles que lanzaron hacia las vías de acceso a la comunidad y posteriormente efectuaron disparos que intentaron lesionar a los carabineros. Este procedimiento en su conjunto duró alrededor de ocho horas, que se generó prácticamente en su totalidad al interior de la comunidad. El accionar de los carabineros utilizaron todos los elementos de protección. No se inhibieron hacer uso de las armas de fuego. Durante esas ocho horas hubo enfrentamiento en forma seguida“, dijo Cifuentes.

Y de los efectivos del Ejército, entrenados para este tipo de situaciones, asignados a la zona por mandato gubernamental, ratificado por el Congreso Nacional, dejan al descubierto que son burlados por un grupo hasta el momento indeterminado de personas.

Durante 8 horas, los mantuvieron a punta de bala retenidos en un sector que los “atacantes” conocen al dedillo y que impidió a los efectivos, bajo permanente entrenamiento, siquiera identificar un blanco al que intentar neutralizar.

Así lo reconoció el coronel Eduardo Monje, en su calidad de Jefe de la Defensa Nacional subrogante en La Araucanía en Estado de Excepción.

“El personal participante en el sector nos indicó que no hicieron uso de armamento, porque no se tuvo la oportunidad en el sentido de que si no tenemos una un objetivo identificado, nosotros no vamos a hacer uso de las de las armas. -¿Cómo se explica que en ocho horas no logren dar con un blanco. Son más estrategas ellos que ustedes?- Definitivamente, ellos tienen alguna ventaja, porque pueden ocupar el terreno (…) El helicóptero que estaba a disposición de la Jefatura de Defensa se utilizó para realizar los patrullajes aéreos, no se logró ver nada”, explicó el uniformado.

Ejército reconoce lentitud en el despliegue

La memoria es frágil, pero semanas antes el responsable oficial de la seguridad regional y que cuenta con personal de Carabineros y de otras ramas de las Fuerzas Armadas a su disposición, general de Ejército, Rafael Cabrera, reconoció que la distancia del personal militar demoró su arribo al sector Aniñir en Traiguén, donde una escuela, una iglesia, una vivienda y vehículos fueron incendiados por quienes se atribuyen pertenecer a una orgánica que los militares en terreno no logran identificar.

“La unidad más cercana que teníamos nosotros, que es la que concurrió, es la avanzada que teníamos nosotros en Lumaco. Esa es la que concurrió de inmediato, tomó contacto con Carabineros y llegó hasta el lugar, donde había ocurrido el hecho. Se demoró una buena cantidad de tiempo. De hecho, quise comprobarlo. Fui efectivamente. Realmente está muy alejada la localidad de Aniñir respecto al lugar donde ocurrió el hecho y donde estaban nuestros medios ese día”.

“Ejército está siendo vencido por Temucuicui, en La Araucanía”

El escenario que presenta la zona permite que actores políticos cuenten a diario con material para sus opiniones, como es el caso del diputado Miguel Mellado.

“Ante las preguntas de la prensa, por qué después de ocho horas no había disparado un solo tiro. El Ejército de Chile, el ejército vencedor, jamás vencido, acá está siendo vencido por Temucuicui. Ellos dicen que tienen que estar de acuerdo al Reglamento de Uso de la Fuerza. Ocho horas, ni siquiera cinco minutos, no disparó ni un tiro el Ejército”, manifestó el Parlamentario.

Una opinión que se asimila a los dichos del exintendente de La Araucanía es la de, Andrés Jouanette, presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara.

“Medio vaso lleno, Nos enfrentamos. Medio vaso vacío, estamos ciegos. ¿Dónde están los aviones no tripulados? O sea, a esta altura ya debiéramos tenerlos. Porque el Ejército señala que al no tener un punto, no disparó. Pero tenemos que tener naturalmente visión aérea. De eso se trata. Lo que tampoco entiendo es que a esta altura nosotros no tengamos aviones no tripulados y no tengamos una mejor estrategia para enfrentar a los grupos paramilitares y terroristas”, expuso el legislador.

La diputada por la zona, Gloria Naveillán ha reiterado insistentemente las razones por las que se opone al Estado de Excepción en la Macrozona Sur.

“Yo creo acá sinceramente que no es un problema de entrenamiento, es un problema de órdenes desde el Gobierno. Calaramente, como las Fuerzas Armadas no son deliberantes y son obedientes, no van a decirlo. Me cuesta creer que en realidad la alternativa es que tienen mala puntería, mala visión, mal ojo o algo por el estilo. Entonces acá más bien creo que es un problema de órdenes de arriba“, arguyó la parlamentaria.

Amplio despliegue, pero en redes sociales

De nada han servido aquí las redes sociales que soportan permanentes posteos con videos y fotografías de una fuerza desplegada, usando tecnología de punta, instalados en puntos fijos de control de documentos y personas. La porfiada realidad se impone tras cada hecho de violencia.

Lo narrado es una fracción que ha dejado este Estado de Excepción, donde el Ejército no ha estado a la altura ni siquiera de una patrulla de boyscouts, cuyos integrantes salen de paseo al campo, pero organizados, con planificación y capaces de reaccionar ante imprevistos.