Cerca de un año duró la investigación que terminó con un masivo operativo efectuado en dos regiones del país el pasado viernes, donde además se ingresó a cinco penales ubicados en distintas comunas.
La Fiscalía Metropolitana Occidente, en coordinación con el Departamento de Investigación Criminal (Dicrim) de Gendarmería de Chile y el OS9 de Carabineros, dirigieron el procedimiento.
El operativo, efectuado de forma simultánea en las regiones de Coquimbo y Metropolitana, incluyó el diligenciamiento de 15 órdenes de detención, 16 órdenes de entrada y registro (10 en Coquimbo y 6 en la RM), la solicitud de incautación de siete vehículos y el allanamiento de seis celdas ubicadas en cinco recintos penales.
Masivo operativo
El procedimiento es parte del Foco Investigativo para el Combate del Crimen Organizado en Cárceles, creado en abril de 2024 por el fiscal nacional, Ángel Valencia. El cual está a cargo del Fiscal Regional Metropolitano Occidente, Marcos Pastén Campos, quien debe investigar la comisión de delitos en todos los penales de la región Metropolitana.
Por decisión del fiscal regional, esta investigación fue establecida como primer procedimiento de este Foco Regional, incorporándole nuevas técnicas investigativas, el trabajo de un equipo multidisciplinario, así como el permanente traspaso de información, coordinación y análisis de las tres instituciones involucradas.
La investigación operativa de este primer procedimiento estuvo a cargo de la fiscal de Focos Occidente, Tania Mora Gutiérrez, quien efectuó distintas diligencias para comprobar la existencia de delitos, los que incluyen asociación ilícita, tráfico de armas, tráfico de drogas, cohecho y lavado de activos, entre otros.
Investigaciones
La indagación surgió cuando, gracias a información residual respecto a la comisión de posibles ilícitos en recintos penitenciarios, se detectó a una red de funcionarios de Gendarmería quienes, a cambios de pagos en dinero, proporcionaban cobertura y apoyo a grupos delictuales para cometer delitos.
Dichos antecedentes preliminares permitieron detectar, a su vez, una red para el tráfico de armas de distinto calibre y municiones, efectuado desde distintos recintos penales por un grupo de internos.
Las transacciones eran coordinadas desde el interior de los recintos, y se concretaban mediante una red de testaferros que recibía los pagos, para luego realizar las entregas en distintos puntos.
Para efectuar estas operaciones, los internos utilizaban dispositivos celulares que eran ingresados en acuerdo con los funcionarios que los custodiaban, quienes, en algunos casos, los vendían a dichos internos a cambio de una suma de dinero.
Recintos penitenciarios
La investigación se inició con el surgimiento de hechos susceptibles de ser considerados delitos en recintos penitenciarios de la región Metropolitana.
Para acreditar los hechos, se efectuaron y concretaron diversas diligencias, incluyendo medidas intrusivas, alzamiento de secretos bancarios, etc. Con los antecedentes recabados, fueron solicitadas las órdenes de detención y de entrada y registro ante el 7.º Juzgado de Garantía, las que fueron autorizadas.
Las diligencias en ambas regiones fueron ejecutadas por los equipos de Dicrim y OS9.
El fiscal Pastén resaltó la gravedad de los hechos, tanto por existir un grupo de funcionarios que tienen a su cargo la custodia y vigilancia de los internos, facilitando la comisión de delitos, como por el tipo de armamento que era ofrecido y transado por dichos internos, los que, “en ciertos casos, incluían armas largas, fusiles de guerra e incluso granadas”.
Arsenal decomisado
Ayer, se entregaron nuevos antecedentes sobre la denominada operación “Punto 40”, que dejó 14 sujetos detenidos.
Entre ellos, nueve gendarmes activos, por su presunta triangulación en el caso de tráfico de armas descubierto en la región Metropolitana y de Coquimbo. Y un suboficial en retiro.
De acuerdo a lo informado por la Fiscalía, en medio del operativo, en el cual participaron más de 230 efectivos policiales, se incautaron: 7 vehículos; 2 armas de fuego, una de ellas con número de serie borrado, y 1 de fogueo; 114 municiones, principalmente calibre 38 y 9 mm; 28 teléfonos; 3,8 kilos de droga; tres pesas digitales; 18,5 millones de pesos en efectivo; 970 mil pesos en dinero falsificado. Además de Notebooks, discos duros y pendrives.
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