Lo único que quiere Stephanie Galloso -madre de tres hijos discapacitados- es salir de la casa en donde vive de allegada. La joven de 30 años se encuentra en la búsqueda de un inmueble para adquirir antes que se le venza el subsidio.

Stephanie Galloso (30) tiene un objetivo claro, tener su vivienda propia por el bien de sus tres hijos, ya que la situación en la que se encuentra la tiene luchando contra el tiempo.

Todo esto por no encontrar una casa para comprar con su subsidio ya adjudicado y a punto de vencer.

“Hemos recorrido a pie y en auto por todas partes preguntando. También fui a inmobiliarias, me asesoré en el Serviu para poder comprar una vivienda con mi subsidio”, indicó la joven madre a Diario El Día.

El problema, comentó Galloso, es que el monto del subsidio es solo de 550 UF, un poco más de 17 millones de pesos, dinero que es insuficiente para la mayoría de las viviendas disponibles.

“Tuvimos una casa vista, pero nosotros pensamos que nuestro subsidio era de 28 millones, y cuando la dueña nos preguntó nos dimos cuenta que no alcanzaba”, recuerda la joven, quien en estos momentos, y desde hace tres años, vive de allegada en la casa de su madre, con otros 10 ocupantes, y compartiendo una pieza interior con sus tres hijos y el padre de estos, quien está pasando por una depresión.

Como último recurso decidió llamar a medios de comunicación para que la apoyen en la búsqueda.

Junto a lo anterior, se inscribió en una inmobiliaria donde hay una larga lista de espera de aproximadamente mil personas que, al igual que ella, tienen subsidios DS 49 adjudicados y que deberán participar en una entrevista y posteriormente en un sorteo.

“Es como que intento avanzar pero hay algo que me detiene, entonces no sé si puedo seguir caminando o me mantengo ahí esperando que el sorteo salga, que entre esas mil personas que se inscribieron, que están en la misma condición que yo, poder quedar”, manifestó Galloso, añadiendo que “le extendieron el subsidio hasta mayo”.

Stephanie y sus hijos

Para Stephanie la vida no ha sido fácil, sobre todo en lo referente a sus hijos, quienes necesitan cuidados especiales. Por eso quiere ser la mejor mamá para ellos y entregarles un lugar digno, donde puedan comenzar una mejor vida.

La mujer relató cómo ha sido su historia desde hace ocho años cuando nació Nicolás, diagnosticado con autismo severo desde hace dos años.

“El nació a las 30 semanas pesando 915 gramos y midiendo 35 centímetros en el hospital de La Serena, allí me dijeron que solo un milagro lo iba a salvar. Después me enfoqué en cuidarme yo y él”, expresó Galloso.

Stephanie trabajó antes del nacimiento de su segunda hija, pero hoy no lo puede hacer porque el cuidado de los niños la absorbe completamente y no tiene quien más los cuide.

El segundo y tercer embarazo fueron utilizando métodos anticonceptivos.

Margarita de seis años nació con 35 semanas de gestación y con microcefalia, lo que le produce retraso en su desarrollo, mientras que Antonella de dos años, también habría presentado características de autismo, por lo que deberá hacer algunas pruebas para determinar el nivel de éste.

“Imagino mi futuro incierto”

Su situación económica fue empeorando con los años, al principio la familia arrendaba, pero por los precios elevados debieron dejar de hacerlo.

El padre, quien trabaja de manera independiente en la construcción, no gana el dinero suficiente para aquello. La madre trató de emprender mediante un negocio de venta de detergente y papel higiénico, pero este no resultó.

Con el dinero del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) lograron mejorar en parte su calidad de vida, pues construyó una pieza en el patio de su madre.

Anteriormente vivían en un pequeño dormitorio con una cama de una plaza y dos cunas, comentó Galloso, recordando que debido al hacinamiento no podían dormir bien.

Ahora la compra de una vivienda con el subsidio parece ser su mejor opción.

“Imagino mi futuro incierto mientras no tenga mi casa. Ahí recién yo creo que podría decir voy a empezar o voy a emprender, sacar a mis hijos adelante, porque el día que me vaya de esta casa me voy sin nada, solamente con la ropa de mis hijos. No tengo nada”, enfatizó Stephanie Galloso.