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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El arzobispo de La Serena y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, René Rebolledo, hizo un llamado a la autocrítica tras la revelación del INE sobre la disminución sostenida de católicos en Chile. El catolicismo sigue como principal religión, pero ha bajado del 76,9% en 1992 al 54% en 2024. Los evangélicos han aumentado, llegando al 16,3%, y un 25,8% declara no tener religión.

El arzobispo de La Serena y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, René Rebolledo, llamó a la “autocrítica” luego de que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) revelase datos del último Censo, los cuales dan cuenta de una sostenida baja en las personas que se reconocen como católicos en Chile.

Según el líder religioso, los datos entregados por el INE invitan a hacer un proceso de estudio “con un espíritu de autocrítica y discernimiento”, y “nos desafían a discernir estos resultados y conversarlos, dialogarlos a toda instancia”.

De acuedo a los datos del último Censo confirman que el catolicismo se mantiene como la principal religión o credo en el país, con una disminución a lo largo de los años, pasando de 76,9% en 1992, 70% en 2002 y 54% en 2024.

Le sigue la religión evangélica o protestante, que ha ido en aumento, pasando de 13,2% en 1992, 15,1% en 2002 y 16,3% en 2024, mientras que el 25,8% de la población de 15 años o más declara no tener religión o credo, cifra que era 8,3% en 2002.

Ante este escenario, en conversación con La Tercera , Rebolledo aseguró que “ya no basta la pertenencia cultural o la tradición para sostener la fe”, y llamó a volver a lo esencial de la vida cristiana: “La centralidad de Jesucristo, el anuncio del Evangelio, la cercanía con las personas”.

“La desafección tiene muchas raíces, pero una de ellas —y no menor— es nuestra responsabilidad como Iglesia en el tema de los abusos sexuales. Son crímenes que han causado una herida muy profunda”, especificó además la autoridad eclesiástica.

En este sentido, admitió que “nunca será suficiente en prevención, pero hemos formado miles de agentes pastorales; hemos acompañado a víctimas y trabajado por cambios reales”.