La ministra de Salud, Ximena Aguilera, salió al paso de las críticas surgidas tras la compra de un vehículo SUV marca KIA Sorento EX 2.5L año 2025, comprado con recursos públicos por un valor de 35 millones de pesos, para uso institucional.
La compra fue cuestionada por la diputada de Renovación Nacional (RN), Paula Labra, quien recordó que el instructivo presidencial del 22 de enero de 2024 prohíbe renovar vehículos oficiales con menos de ocho años de antigüedad, a menos que exista una justificación aprobada por la Dirección de Presupuestos (Dipres).
A este instructivo se suma la circular N° 14, que exige justificar la necesidad del cambio, presentar al menos tres cotizaciones y realizar un análisis costo-beneficio antes de efectuar una adquisición de este tipo.
En conversación con BioBioChile, la diputada Labra criticó duramente el gasto, señalando que “este gobierno ha perdido totalmente el sentido de prioridad. No se entiende cómo el Ministerio de Salud puede gastar 35 millones de pesos en un auto, cuando tenemos hospitales que suspenden cirugías y tratamientos oncológicos por falta de recursos”.
Ante las críticas, la ministra Aguilera defendió la compra del vehículo. Afirmó que el anterior no contaba con las condiciones adecuadas para desplazamientos en terreno, especialmente en contextos de emergencia.
“El auto estaba en una condición que no era muy factible usarlo para el terreno”, explicó. “Son autos que son como de un estilo de auto bonito, así como un sedán, pero la verdad es que se necesita un auto con mejores capacidades para todo terreno”, explicó la titular de Salud.
En ese sentido, Aguilera defendió la compra del SUV, asegurando que el móvil “estaba dentro del marco de los vehículos que se habían aprobado para el Ministerio de reemplazo y dentro del Convenio Marco. No es un auto lujoso”.
Asimismo, recordó que en salidas a terreno enfrentaron dificultades importantes debido al vehículo que utilizaba.
“Me tocó cuando fuimos a las inundaciones en Licantén, que el agua nos llegó hasta los espejos y perdimos la placa patente”, mencionó Aguilera.
“La otra vez que estuvimos en el incendio en Santiago (…) fuimos hacia San Pedro y quedamos también atascados porque un auto muy bajito que no tiene condiciones como para actividades de terreno”, enfatizó.
Respecto al vehículo anterior, Aguilera indicó que “sigue funcionando. Lo mandaron arreglar, ahora cada vez el costo de arreglo es más elevado”.
Por último, añadió que “mientras lo tuve, que han sido casi tres años, ha tenido muchas reparaciones y eso cualquiera puede ir a ver cuál es la historia de vida del auto y todas las reparaciones que ha tenido”.