El Ministerio de Justicia inició un proyecto para agilizar el encuentro entre las víctimas de adopciones ilegales en Chile. Desde la agrupación “Hijos y Madres del Silencio", desmintieron al Gobierno y cuestionaron la iniciativa.

Insistiendo en que es una deuda del Estado, el Ministerio de Justicia inició un proyecto para agilizar el encuentro entre las víctimas de adopciones ilegales en Chile.

Recordemos que el ministro en visita extraordinaria por las causas de adopciones irregulares, Jaime Balmaceda, se encuentra investigando cerca de 700 casos por la desaparición forzosa de niños entre 1973 y 1990.

Además, en noviembre de 2018 se creó una Comisión Especial Investigadora en la Cámara de Diputados, por las eventuales irregularidades en procesos de adopción e inscripción de menores, y control de su salida del país.

En dicha comisión, el Gobierno se comprometió a la creación de un Banco de Huellas Genéticas.

Sin embargo, como parte de las víctimas vive en el extranjero y en Chile no existe una base de datos de ADN mundial, se buscaron otras opciones.

Gobierno reconoce deuda del Estado

De esta forma, este plan piloto tendrá por objetivo contribuir a la búsqueda de parentescos, aportar en las investigaciones judiciales que se llevan a cabo.

Asimismo, favorecer el reencuentro de familiares que han sido afectados por el tráfico de menores en procesos de adopción e inscripción irregular en nuestro país.

El Poder Judicial, específicamente mediante el ministro Balmaceda, remitirá un listado priorizado de aproximadamente 200 casos al Servicio Médico Legal.

Al respecto, el ministro de Justicia, Hernán Larraín y el director del SML, Gabriel Zamora, enfatizaron que esta situación es una deuda del Estado y que se trata de violaciones a los Derechos Humanos.

Sin embargo, Sol Rodríguez, presidenta de la agrupación “Hijos y Madres del Silencio”, desmintió al Gobierno asegurando que no han trabajado junto a ellos y cuestionó la iniciativa.

El Plan Piloto tendrá un plazo de un año de duración, tiempo en el cual contará con la experiencia que tienen distintas organizaciones, recopilando una base de datos de más de 7 años de estudio, la trazabilidad de antecedentes de las víctimas, información de georreferencia y contacto constante con banco mundial de ADN.