Partidos de la oposición cuestionaron en bloque la reforma a la salud que presentó el Gobierno a comienzos de semana, aunque descartaron rechazar la idea de legislar. La Democracia Cristiana, de hecho, calificó la propuesta como una “desilusión”.

La Moneda respondió, haciendo un llamado a leer la iniciativa antes de criticarla y el ministro de Salud, Emilio Santelices, reconoció que una fuga de cotizantes desde Fonasa a las isapres podría significar gastos al fisco por 71.000 millones de pesos anuales.

Apenas 24 horas han pasado desde que el Gobierno ingresó al Congreso la llamada reforma a la salud, anunciada a comienzos de semana, en una iniciativa que ya cuenta con el rechazo de la oposición.

Dos textos: uno para reforzar Fonasa y otro como indicación sustitutiva a las isapres, que no dejan conforme a los partidos de centroizquierda, quienes prácticamente en bloque anunciaron estar en desacuerdo, ya que estaría -según ellos- lejos de aplicar medidas reformistas al sistema.

Asimismo, algunos partidos de la exNueva Mayoría y otros del Frante Amplio se reunieron en una especie de “cumbre”, para abordar la propuesta del Ejecutivo. Tras el encuentro, hubo una frase que sintetiza su postura: la reforma del Gobierno no soluciona nada.

Así lo manifestaron los diputados de la Comisión de Salud, Miguel Crispi de Revolución Democrática y el socialista Juan Luis Castro. Este último, en todo caso, descartó que esté en duda la aprobación de la idea de legislar de los proyectos.

Pese a no estar en este encuentro de la oposición, la Democracia Cristiana coincidió con la postura del resto del bloque. La senadora Carolina Goic, sostuvo que este proyecto del Ejecutivo es una “desilusión”.

“Traje a la medida de las isapres”, añadió la parlamentaria. Al respecto, también se refirió la exministra de Salud del primer mandato de Michelle Bachelet, Soledad Barría.

La Moneda salió a defender su propuesta y lo hizo abriendo la posibilidad para que en el Congreso la iniciativa sea perfeccionada. El ministro Secretario General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, emplazó a la oposición a primero leer la reforma y luego criticarla.

Eso sí, le ha costado al Gobierno aclarar los costos de la reforma, ya que sí o sí habría 700 millones de pesos que se deberían destinar -por parte del fisco- para crear el nuevo consejo técnico.

Sin embargo, y producto de que unas 407.000 personas se cambiarían de Fonasa a las Isapres, el fisco tendría que financiar anualmente más de 71 mil millones de pesos para compensar lo que deje de recibir el sistema público por la salida de esos cotizantes.

Así lo reconoció la tarde de este jueves el ministro de Salud, Emilio Santelices, en entrevista con Radio Bío Bío en Temuco, aunque aseguró, de todas formas, que es una simulación extrema.

La oposición descartó rechazar la idea de legislar la reforma, es decir, comenzaría su discusión a fines de mayo.

No obstante, adelantaron que formarán equipos parlamentarios, incluido el Frente Amplio y la Democracia Cristiana, para fortalecer el texto.